Verguenza tendría que darme no
haber hablado todavía sobre Shameless
esta temporada. Y lo hace. Pero voy a remediarlo ahora mismo.
Spoilers sobre la sexta temporada del drama familiar más importante en TV
ahora mismo.
Y me quedo tan ancho. A mi Shameless me da la vida. No sé si esa
será una afirmación con poco juicio, desde luego no es imparcial. Es mi drama
favorito. Son mis personajes favoritos. Consiguen que sufra, me emocione con
ellos y disfrute, y además con ella maldigo siempre dos cosas ¿Ya ha terminado
el capitulo? y ¿Cuánto queda para la siguiente temporada?
Por suerte para mí la serie goza
de un éxito tremendo en Showtime y, aunque empieza a ser bastante longeva, no
parece que la próxima sea su última temporada. Durante los doce episodios que
componen esta tanda han ocurrido muchísimas cosas, pero voy a comentar lo que
más me ha impactado de cada uno de los personajes. Porque así tienen que ser
las cosas.
Frank: Desgraciado,
drogadicto y pandillero. Jugando con los sentimientos de tu cada vez más
jodida familia. No tiene remedio, aunque el balance entre el drama y la comedia
hace que William Macy siga siendo una fiera de la interpretación. Como
consejero de desahuciados, preciado miembro de una comunidad hippie o
dinamitador de la boda de su hija, en una escena que no tiene desperdicio.
Frank es un perro ladrador y poco mordedor. No podría matar a nadie, pero !cómo
ladra!.
Fiona: Más tranquila y
relajada. Se opone a que su hermana tenga el bebé, y es lo más lógico del
mundo. No puede con más responsabilidades y ahora que sus hermanos ya estaban
prácticamente criados necesitaba descansar. Pero el golpe en su boda es
tremendo. Esa escena en el banco fuera de la iglesia, con el traje de novia,
pelada de frío, el rimel corrido y el cigarro en la boca. Frank le acaba de
decir que ya son demasiados los hombres que han pasado entre sus piernas y que,
el hombre con el que se va (iba) a casar le ha engañado.
Esa decepción pura, ese
sentimiento de se me está terminando el tiempo de cagarla y soy ya una adulta a
la que esto no le compensa y no sé como pararlo. Creo que es la muerte de una
joven idealista. Necesito ver a una Fiona MUJER en la séptima temporada.
Lip: Con su bajada particular
a los infiernos. No es capaz de asimilar la derrota, no está cómodo siendo
infravalorado y yo que creo que lo que no sabe es que a los 22 todo el mundo
está infravalorado y que, el talento, no siempre es sinónimo de éxito
instantáneo. Ser el mejor de tu mundo no significa ser el mejor del mundo. Esa
idea de terminar como Frank es aterradora. Y ese abrazo final de Debbie en la
boda de Fiona lo es todo.
Ian: Mucho más tranquilo,
lucha contra los elementos y parece equilibrar su enfermedad con una vida más
ordenada. Un respiro para un personaje que las pasó canutas la temporada
anterior y con el que sufrí.
Debbie: El proceso del bebé,
esa cabezonería de conseguir lo que ella quería, la lícita lucha con su hermana
por salvaguardar a su bebé y reforzar su posición en la familia. Es un reflejo
de su soledad y de la necesidad de tener algo a lo que aferrarse. La
interpretación Emma Kenney tras dar a luz es tremenda.
Carl: Alivio cómico, durante
la primera parte de la temporada que a ratos daba miedo. Mucho miedo. Pero con
un giro dulce al final, porque no nos olvidemos que es un chiquillo y que,
aunque sus años de formación como persona no hayan sido los mejores, aún
estamos a tiempo de enderezarlo.
No puedo esperar a la séptima
¡Ven ya Enero!
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