Esta vez no hay ranking, esta vez tenemos Fringe, y del bueno.
Spoilers del episodio 4x14.
Una serie en la network FOX nos sigue demostrando como todavía podemos presenciar ficción de calidad, arriesgada, con un timing espectacular, unas actuaciones más que decentes y una historia potente que empieza a desmarañarse.
Yo creo que FOX debe estar contenta del resultado final y es por ello quizá por lo que le cuesta tanto desprenderse de una serie que no le reporta beneficios, pero si una buena imagen de marca y una oportunidad para resarcirse de su historia reciente y mantener una producción que sigue al pie del cañón por su calidad y no por sus datos.
No creo que esta sea una serie complicada, porque estaría llamándonos tontos, Lost jugaba con estrategias similares y era seguida por más de diez millones de seguidores en su recta final, pero si digo que ha virado hacia un tipo de espectadores que quizá no sea el mayoritario entre el gran público general pero si entre el público objetivo y generacional que está a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
A parte de todo esto, el episodio ha sido un ejemplo de saber hacer, aunque la historia decepcione en mayor o menor medida. Sabemos algo más de los observadores, aunque no algo completamente definitivo, pues hemos conocido que eran unos científicos del futuro que pueden viajar en el tiempo. Por lo demás todo sigue prácticamente igual, David Robert Jones ha vuelto más cabrón que nunca y nos dará más momentos tras haberse escapado de rositas, mientras que, y sintiéndolo mucho, tengo que valorar negativamente la actuación de Blair Brown que por mucho que me guste su papel como Nina no ha estado a la altura interpretativa de lo que se le pedía.
Pero lo que realmente me ha llamado la atención del episodio han sido los últimos dos minutos. El melodrama absoluto.
Si algo tienen las producciones JJ Abrams es que el melodrama conflictivo siempre surge en las relaciones complicadas y personales como valor añadido para que sigamos visionando la serie. Estoy seguro que muchos de nosotros estamos enganchados a la trama científica de la serie y para nosotros la sentimental está en un segundo plano, pero fijaros en la vital importancia que tiene la relación Peter-Olivia para los creadores de la serie. Yo, viendo estos últimos segundos del capitulo no podía dejar de pensar en otra gran producción del equipo. Comienza por A y acaba por S.
La última escena nos presenta a una Olivia mentalmente agotada con un ataque de nervios, con Peter enfrente de ella y la tenue luz de la noche. La atmósfera y la música que nos introducen hace pensar que finalmente van a terminar juntos, pero Peter le da la noticia de que no va a ser así. Los dos tienen los ojos acuosos y en el momento más álgido aparece la policía inundando todo con el ruido de los coches patrulla y su color rojo y azul característicos. Peter se mueve con la atención de alejarse y comienza a llover de repente. Los policías salen en busca de Olivia que se queda destrozada ante las palabras de su amado mientras que éste desaparece entre las luces de la policía. Fundido a negro.
Yo os recomiendo que volváis a visionar la escena final en un ejercicio de análisis televisivo, porque tiene todos los elementos del género, en este caso melodramático, y es sólo un ejemplo de su éxito, porque en otros momentos utiliza demás recursos de otros géneros que hacen de los capítulos una mezcla de historias y sentimientos que tras cuatro años consigue seguir teniendo enganchados a los fans. ¿No creéis?
Spoilers del episodio 4x14.
Una serie en la network FOX nos sigue demostrando como todavía podemos presenciar ficción de calidad, arriesgada, con un timing espectacular, unas actuaciones más que decentes y una historia potente que empieza a desmarañarse.
Yo creo que FOX debe estar contenta del resultado final y es por ello quizá por lo que le cuesta tanto desprenderse de una serie que no le reporta beneficios, pero si una buena imagen de marca y una oportunidad para resarcirse de su historia reciente y mantener una producción que sigue al pie del cañón por su calidad y no por sus datos.
No creo que esta sea una serie complicada, porque estaría llamándonos tontos, Lost jugaba con estrategias similares y era seguida por más de diez millones de seguidores en su recta final, pero si digo que ha virado hacia un tipo de espectadores que quizá no sea el mayoritario entre el gran público general pero si entre el público objetivo y generacional que está a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
A parte de todo esto, el episodio ha sido un ejemplo de saber hacer, aunque la historia decepcione en mayor o menor medida. Sabemos algo más de los observadores, aunque no algo completamente definitivo, pues hemos conocido que eran unos científicos del futuro que pueden viajar en el tiempo. Por lo demás todo sigue prácticamente igual, David Robert Jones ha vuelto más cabrón que nunca y nos dará más momentos tras haberse escapado de rositas, mientras que, y sintiéndolo mucho, tengo que valorar negativamente la actuación de Blair Brown que por mucho que me guste su papel como Nina no ha estado a la altura interpretativa de lo que se le pedía.
Pero lo que realmente me ha llamado la atención del episodio han sido los últimos dos minutos. El melodrama absoluto.
Si algo tienen las producciones JJ Abrams es que el melodrama conflictivo siempre surge en las relaciones complicadas y personales como valor añadido para que sigamos visionando la serie. Estoy seguro que muchos de nosotros estamos enganchados a la trama científica de la serie y para nosotros la sentimental está en un segundo plano, pero fijaros en la vital importancia que tiene la relación Peter-Olivia para los creadores de la serie. Yo, viendo estos últimos segundos del capitulo no podía dejar de pensar en otra gran producción del equipo. Comienza por A y acaba por S.
La última escena nos presenta a una Olivia mentalmente agotada con un ataque de nervios, con Peter enfrente de ella y la tenue luz de la noche. La atmósfera y la música que nos introducen hace pensar que finalmente van a terminar juntos, pero Peter le da la noticia de que no va a ser así. Los dos tienen los ojos acuosos y en el momento más álgido aparece la policía inundando todo con el ruido de los coches patrulla y su color rojo y azul característicos. Peter se mueve con la atención de alejarse y comienza a llover de repente. Los policías salen en busca de Olivia que se queda destrozada ante las palabras de su amado mientras que éste desaparece entre las luces de la policía. Fundido a negro.
Yo os recomiendo que volváis a visionar la escena final en un ejercicio de análisis televisivo, porque tiene todos los elementos del género, en este caso melodramático, y es sólo un ejemplo de su éxito, porque en otros momentos utiliza demás recursos de otros géneros que hacen de los capítulos una mezcla de historias y sentimientos que tras cuatro años consigue seguir teniendo enganchados a los fans. ¿No creéis?