Cuando se habla de maldiciones en
el mundo televisivo americano casi siempre se saca a la luz los problemas que
ha tenido ABC para conseguir buenas cifras y asentar un producto en la primera
hora de su prime time de los jueves, el de las 8 de la tarde, donde arrancan
todas las propuestas de la televisión comercial.
ABC siempre ha tenido como talón
de Aquiles ese horario, uno muy importante para los anunciantes y que permite
servir de lanzador al resto de apuestas que se mostrarán esa noche y que
debería ser el caballo ganador sobre el que anduviera la programación de ese
día. Pero a pesar de los intentos, la network ha fallado en su empeño por
asentar un producto desde 2009. Cinco años de maldición, millones de dólares
desperdiciados y muchas, pero que muchas propuestas fallidas.