23 de octubre de 2014

La maldición de los jueves



Cuando se habla de maldiciones en el mundo televisivo americano casi siempre se saca a la luz los problemas que ha tenido ABC para conseguir buenas cifras y asentar un producto en la primera hora de su prime time de los jueves, el de las 8 de la tarde, donde arrancan todas las propuestas de la televisión comercial.

ABC siempre ha tenido como talón de Aquiles ese horario, uno muy importante para los anunciantes y que permite servir de lanzador al resto de apuestas que se mostrarán esa noche y que debería ser el caballo ganador sobre el que anduviera la programación de ese día. Pero a pesar de los intentos, la network ha fallado en su empeño por asentar un producto desde 2009. Cinco años de maldición, millones de dólares desperdiciados y muchas, pero que muchas propuestas fallidas.


La maldición no se remonta solo a 2009, pero elegiremos ese punto de partida por el impasse que supuso el estreno de Ugly Betty, que se mantuvo durante 65 episodios en ese horario. La adaptación americana se estrenó aceptable y vivió una primera temporada bastante exitosa, pero a partir de la segunda sus datos comenzaron a bajar hasta unos inconsistentes 7-8 millones, lo que hizo que tras finalizar su tercera temporada ABC decidiera enviarla a la noche de los viernes y comenzara su viacrucis para triunfar en el horario.

La temporada 2009-2010 comenzó con el estreno de Flashforward, la apuesta de la temporada, la serie que más dio que hablar y que se postulaba como el gran estreno del año y nos hacía pensar que ABC arriesgaba duro por el jueves (durante muchos años la noche más importante de la tv en América). Se emitieron 10 episodios y ante la alarmante fuga de espectadores se decidió trabajar en la serie para que volviera en algún punto de la temporada. Entre tanto se estrenó The Deep End una serie completamente olvidada que se pegó un batacazo y que tan solo aguantó 6 episodios. Tras el batacazo, Flashforward volvería para ver como sus datos no solo no mejoraron sino que bajaron por debajo de los 5 millones, lo que no le permitió superar la primera temporada y los 22 episodios.

La temporada 2010-2011 cuenta con quizá el bochorno más doloroso para ABC, ya que el estreno de My Generation apenas atrajo a 5 millones de seguidores que bajaron de los 4 en su segunda emisión, la última, ya que era datos insostenibles. Tan mala era la previsión de la cadena que se pasaron repitiendo y emitiendo especiales el resto de la temporada.

Dos nuevos varapalos en la temporada 2011-2012, y es que el remake de Charlie’s Angels dio mucho que hablar  durante su desarrollo pero a la hora de la verdad solo pudo sostenerse durante 7 ridículos episodios, obteniendo una media que rondaba los 6 millones de seguidores. Algo parecido le pasó a Missing en mid-season, el thriller de Ashley Judd empezó de forma prometedora aunque fue perdiendo espectadores de forma consistente y en sus últimas semanas solo podía congregar a 6,5 millones de televidentes, por lo que no se encargaron más episodios aparte de los 10 rodados.

Malas noticias también en la temporada 2012-2013 puesto que ni Last Resort lo nuevo de Shawn Ryan tras triunfar con The Shield, ni Zero Hour consiguieron el favor del público. La primera fue cancelada tras 13 episodios con una media de 5,5 millones a pesar de sus buenas críticas y la segunda fue todo un despropósito, vapuleada por la crítica y cancelada tras tan solo 3 episodios en antena. Su último capítulo contó con 5 millones de espectadores.

Y acabamos con la temporada pasada y de nuevo, dos productos fracasados, Once Upon a Time in Wonderland consiguió mantenerse durante 13 semanas con datos bajísimos que a duras penas superaban los 3 millones semanales y críticas demoledoras, a pesar de ser un spin off y de basarse en otra serie exitosa. La última víctima de la maldición fue Black Box, estrenada casi al final de temporada y sentenciada a muerte desde el principio terminó sus episodios en temporada estival y con 4 millones pendientes de sus aventuras.

Y tras 9 fracasos estrepitosos ABC decidió jugársela y mover una de sus series estrella al horario maldito, una jugada peligrosa pero dentro de la tranquilidad que suponía enfrentar a ese reto a Grey’s Anatomy, que se venía emitiendo con grandes datos en la hora de las 9 p.m y que si fallaba, se iría con el reconocimiento de haber permanecido 11 temporadas en parrilla. Y, aunque parezca mentira, la ABC ha acertado con el cambio, consiguiendo doblar los datos que venían obteniendo sus anteriores ofertas y liderando la oferta de ficción de la parrilla.

La maldición ha sido erradicada. ¿Hasta cuándo?

2 comentarios:

Diana Hernández dijo...

Buenas,

¡Ay! Flashforward, que timo más grande, y lo que más rabia me da es que el último capítulo me gustó. jejeje

La jugada les ha salido bien porque han puesto a un caballo ganador, realmente no creo que hayan arriesgado, Greys es mucho Greys, nada puede con ella y lo saben. Lo que me lleva a preguntarme por qué no lo hicieron antes.

Pero lo cierto es que repasar tanto fracaso me hace darme cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, recuerdo Missing y los trailers de Zero Hour... ¿Cuantas series hemos visto morir sin ni si quiera dar sus primeros pasos? Muchas, compañero, muchas.

Un saludo, y a seguir con tu blog como siempre, al pie del cañon, eres de lo mejorcito del mundo internetil seriefilo.

seriéfilo dijo...

Dids: Me lo pregunté haciendo el post, de porqué no antes y ahora sí. No se si tenían miedo de cargarsela o directamente querian no tocarla por si acaso.

Desde luego hay series que nacen ya con el destino marcado, y eso no se si es bueno, porque indica que el negocio es poco efectivo.

Gracias por tus palabras, aunque cada vez tenga menos tiempo y me sea dificil actualizar. Y viniendo de tí, que cada vez que escribes das en el clavo, es todo un halago.