Si hay
instituciones en la televisión americana son, sin duda, las soap operas del
day-time (de las que hablé hace mucho tiempo) y los talk shows del late-night.
Así que hoy, permitidme que no hable de ficción y que haga un recorrido por
este género, que al contrario que el de las soap continúa con la misma potencia
que hace 50 años.
Si algo tienen este
tipo de espacios es que su fórmula está bastante cerrada y es eso precisamente
lo que les hace funcionar como relojes, el show suele abrirse con un monólogo
sobre la actualidad, y a raíz de ahí se pasa a conceder entrevistas a
personajes famosos en promoción y se saltea con varios sketches cómicos ligeros
ideados para satirizar la actualidad y actuaciones musicales como colofón. Tan
simple y tan difícil como eso.