Parece casi imposible que estemos
hablando de una ficción semanal que ha cumplido 50 años. Sí, con sus impasses y demás contratiempos, pero 50
años de una historia épica que, sin lugar a dudas se ha celebrado por todo lo
alto.
Es imposible dar la espalda a un
producto como Doctor Who, primero por el cariño y saber hacer con el que está
realizado y segundo y sobretodo por la magnifica mitología construida a lo
largo de 10 lustros, una mitología en la que estamos metidos de pleno, que
conocemos de sobra y que hace que esta serie sea tan vibrante, eso y su coherencia
dentro de ella. Algo tan difícil de conseguir que asusta.
Queda claro que le podríamos
pedir muchas cosas a la serie, que no acaba de desprenderse de ese halo infantil
que la tiene un poco restringida, que a veces es demasiado simple y facilona. ¿Pero
no será eso al final lo que la ha hecho durar tanto tiempo? Yo, como espectador
exigente a menudo me enfado con Doctor Who, pidiéndole más, sabiendo que tiene
un potencial que puede explotar en mejores condiciones, pero pronto se me pasa.
Al final, la serie siempre te lleva al lugar donde busca. El lugar épico donde
al final, la nostalgia y el futuro se unen.
El capitulo conmemorativo del 50
aniversario funciona. ¡Cómo no iba a hacerlo! Sobretodo porque nos da a los fan
actuales a los dos doctores que han redefinido la serie así como a dos de las
companions más características desde su reestreno y además con una historia que
si bien empieza floja adereza muy bien esa heroicidad y la comedia a la que nos
tiene acostumbrados.
Tanto Hurt, como Tennant y Smith
son más que solventes y se encuentran muy cómodos en el papel, y quizá ese
factor ayuda al espectador a entrar en la historia sin reservas. Con un
episodio con presupuesto y capaz de reformular la historia negra que ha venido acechando
la mente del doctor desde tiempos inmemoriales.
Queda clara al fin la cohesión
entre, ahora las 13 encarnaciones, con multitud de guiños al pasado de la serie,
incluso al futuro, con la primera imagen de Peter Capaldi como nuevo doctor y
la sensación de que al undécimo le quedan las horas contadas.
No quiero comentar nada más del
episodio, que seguramente habréis visto, lo importante aquí era hablar de la
importancia de la serie para el género de la ciencia ficción y en general del
mundo televisivo como industria. Y el legado que nos va a continuar dejando
esta producción transgeneracional que pide a gritos seguir siéndolo.