Hoy quiero hablaros de una serie
pequeña, casi casi en todos los aspectos. Pequeña en duración, sólo 6 capítulos
de menos de media hora, pequeña en personajes, los dos principales y algún que
otro recurrente y pequeña en presupuesto pero ambiciosa en cuanto a su guión y
el desarrollo adulto de las tramas.
Lo único que tenéis que saber de
la premisa es que una irlandesa y un americano se encuentran en una ciudad y
deciden tener relaciones sexuales. El americano, que estaba en Inglaterra por
cuestiones laborales vuelve a su país, y ella le llama por teléfono para
decirle que… está embarazada.
Desde luego nada nuevo, pero
esperad, porque el desarrollo de esta historia es bastante interesante y su
enfoque muy destinado quizá a la generación de aquellos que en la treintena o
casi cuarentena, ven como su vida no va hacia ningún lado y creen que deben
coger ese último tren antes de que sea demasiado tarde.
Y con eso funciona la serie,
renovada ya por una segunda temporada, con la narración de la aclimatación de
Rob a su nueva realidad lidiando con una mujer embarazada que apenas conoce e
intentándose abrir paso en un ambiente que no es el suyo propio. Del otro lado
está Sharon, que con un embarazo geriátrico no sabe cómo afrontar la nueva relación
y debe integrar en su peculiar familia y círculo de amigos a Rob sin apenas
saber quién es.
No esperéis grandes carcajadas ni
golpes de efecto, esto va de otra cosa. A pesar de eso, atentos a las
apariciones de Carrie Fisher como la madre de Rob o Tobias Menzes (el Jack
Randall de Outlander) como el
bastante perturbado ginecólogo del bebé.
Quien esté cansado de las risas
enlatadas, del puritanismo de las sitcom americanas en abierto y quiera una
historia más madura, encontrará en Catastrophe
un pequeño soplo de aire fresco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario