El final de la serie tras tres
lustros no se puede catalogar como éxito, ya que solo 11 millones de
espectadores se sentaron ante el televisor, tampoco como revolucionario, porque
su temática, aparte de reunir a los actores que habían ido desapareciendo, no
era nada del otro mundo ni trascendental en el desarrollo de nuevos proyectos
televisivos. Pero sí ha sido importantísimo para la industria televisiva,
porque ha despedido a una serie icónica que dice adiós a una fórmula televisiva
que revigorizó durante 15 años e hizo ganar muchísimo dinero a sus responsables
y emisoras. Por eso la llaman la franquicia del billón.
Yo creo que lo de menos es si
Sara y Grissom acaban juntos o no, sino analizar la importancia de un producto
que no tenía las de ganar y que asombró al mundo. Se estrenó un viernes por la
noche en una CBS que no daba ni un duro por ella tras haber sido rechazada por
ABC y triunfó, siendo la última producción que lo ha hecho ese día de la
semana, triunfó tanto que se recolocó en la noche de los jueves. Triunfó tanto
que llegó a promediar medias de 25 millones de espectadores con picos de 30 y
fue clave para destronar a esta tantas veces comentada noche de los jueves de
NBC.
Al inicio de su tercera temporada
ya contaba con un spin-off en Miami, con un éxito todavía más espectacular en
todo el mundo convirtiéndose en la serie más vista alrededor del globo y catapultando
a David Caruso y a su personaje al total estrellato. Dos años más tarde se
estrenaría la versión de Nueva York con parecido éxito, y ambas fueran capaces
de soportar en antena 10 y 9 temporadas respectivamente, una auténtica
barbaridad. La última en llegar fue Cyber,
que estrena su segunda temporada con pocas garantías de igualar la gesta y unos
ratings bastante pobres que ni siquiera le garantizan una tercera tanda.
Pero volviendo a la serie madre,
cabe recalcar el éxito tanto crítico como de solidez argumental que mostró
durante sus primeras nueve temporadas, todas ellas con William Petersen como
Gil Grissom. Fue quizá este punto de inflexión, unida a la huelga de guionistas
del año anterior lo que deterioró las audiencias de la serie que había sido un
ejemplo de robustez hasta la época y que se evidenció con un cambio de horario,
primero a los miércoles y luego a los domingos, que es la nueva zona donde ir a
morir.
Sin duda no se recordará a CSI
por sus tramas, pero si por su impacto en el negocio, porque fue capaz de
liderar el mundo televisivo durante toda la década de los 2000 y creó a un
personaje como Grissom, sin el cual no podrían existir ni House, ni Walter
White ni muchos de los antihéroes que vimos aparecer años después.
La franquicia no está muerta, 779
episodios han sido emitidos y 13 más comprometidos con CSI: Cyber, sin duda la gran franquicia de la década de los 2000,
como lo fue en los ’90 Law & Order
o lo está siendo en esta NCIS.
3 comentarios:
No sabía que llegaba a su fin... me quedé en la décima temporada (y era muy fan), porque después de la partida de William Petersen perdió color para mí... leí por ahí que volvía a la serie a despedirse o que iban a hacer una película. Eso sí me gustaría verlo. :)
Un saludo, seriefilo.
Sí, la semana pasada emitieron el final de la serie con un película con todos (o casi) los actores de los inicios. Fue como un episodio especial para cerrar la trama. Creo que te gustará.
Me gustó. :)
¿Cómo no iba a gustarme un episodio con Grissom?
Saludos seriéfilo.
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