5 de noviembre de 2015

El reto de las segundas temporadas



Los americanos lo llaman el sophomore slump, que tiene mucha más pegada, pero al final hablamos de lo mismo. El reto tanto creativo como de audiencias que debe afrontar un producto que ya no es nuevo pero que todavía no está afianzado.

Cuajar una nueva serie en la televisión generalista norteamericana es una empresa complicadísima. Este año ABC ha tenido mucho éxito y ha conseguido renovar 7 series, aunque la mayoría de estas son intercambios de midseason o antologías. No obstante canceló 6 nuevas producciones. FOX por el contrario, canceló 4 nuevas series y renovó 3 para una segunda temporada. Esta tendencia es nueva, sobre todo por la dificultad de obtener datos espectaculares ya que hace apenas 2 o 3 años pocas de esas renovadas hubieran sobrevivido.


Una vez que una serie ha cuajado, ha aguantado 22 episodios en plena temporada con datos decentes y se decide renovar comienza un periodo de reagrupación de ideas y de intento de mantener el rumbo de la narración con el favor de los espectadores, algo que sabemos es mucho más complicado de lo que parece. Muchos han sido los fiascos en cuanto a las segundas temporadas y sus datos y ahora comentaré unos cuantos.

El primero que me viene a la mente es lejano pero próximo, Twin Peaks, esa serie que rompió moldes con su primera temporada y que con su segunda tuvo muchísimos problemas argumentales mientras que sus ratings descendían hasta tener que ser cancelada. Otro fracaso absoluto fue el de Dark Angel, la serie producida por James Cameron tuvo una primera temporada de éxito sin precedentes y un cambio horario unido a un nuevo rumbo en sus guiones que la catapultó al olvido tras la segunda. Hay casos menos severos de series que sufrieron el varapalo en sus segundas temporadas pero que vivieron mucho tiempo más para enmendar el error, entre ellas producciones como Prison Break, Desperate Housewives, Heroes, Revenge, Sleepy Hollow o las criticadísimas segundas temporadas de The Killing y True Detective. A la primera casi le provoca la cancelación y sufrió un gran periplo hasta llegar a su fin y a la segunda parece que se le complican las cosas para lograr una tercera temporada tras el aluvión de comentarios negativos.

Sin embargo, y como hablaba de que las cosas han cambiado mucho en el negocio televisivo últimamente, las series que este año están en su segunda temporada han conseguido aguantar bastante bien los envistes de los ratings y productos como Empire, Gotham, Last Man on Earth, Blackish, Fress off the Boat o How to Get Away with Murder continúan reinando en sus horarios con pequeñas erosiones que no hacen peligrar casi en ningún caso su renovación por una tercera temporada que las llevará inevitablemente a la cuarta y a su sindicación.

Así funciona el negocio.

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