31 de mayo de 2015

Los fantasmas de Jamie




Outlander ha terminado por fin su larga, por cuestiones de emisión, temporada. Ahora es el momento de valorar si el fenómeno literario ha conseguido traspasar con éxito su magia a la televisión. Pero no os preocupéis, será un análisis corto.

Lo primero que pienso cuando veo Outlander es en su atmosfera, sus parajes naturales y su banda sonora, nada desentona, ni siquiera las actuaciones, a pesar de que Sam Heughan no esté a la altura de sus compañeros. Pero a la serie le falta algo, y si no es el alma son las tramas.

Spoilers sobre la temporada completa a partir de ahora.


Y ahí poco se puede hacer, ya que se basa en los libros de Diana Gabaldón, unos libros que no he leído ni me atraen, pero de los que se dice que están muy bien adaptados. Supongo que así será, y nada se puede hacer contra eso. O sí, mirad sino Game of Thrones.

Si me acerqué a esta serie no era por su premisa, sino por su showrunner, Ronald D. Moore, y tampoco me ha dado lo que me esperaba. Sabía que una serie comandada por él no iba a ser un desastre, y no lo es, pero esperaba algo más adictivo, con un ritmo frenético y unos giros de tuerca que me dejaran con ganas de ver el siguiente capítulo. Volvemos al material fuente.

Por eso decidí disfrutar de la historia de Claire y Jamie hasta que me siguiera entreteniendo, sé que no es para mí y llegará un momento en que den tantas vueltas e idas y venidas que acabaré agotado, pero por el momento ahí sigo.



Lo que sin duda está siendo una tendencia es tema de la violación esta temporada, mirad sino (también) Game of Thrones. Pero no es la única serie que también lo ha incluido, los críticos americanos la han bautizado como la “rape season”. Desde luego gran trabajo para Tobias Menzies, actor sin tapujos que no rechaza mostrarse desnudo ni desfavorecido en ningún momento. Bien es cierto que era una secuencia difícil, pero las posturas imposibles de Sam Heughan, que tendrá seguramente una cláusula en su contrato para no salir completamente desnudo, desentonan bastante con la tensión creada y la dificultad para rodar ese tipo de momentos.

Aquí no hay cylons, ni grandes revelaciones, solo un triángulo amoroso que lleva el peso de la trama. Y no sé si esto es bueno o malo. Es clásico, así que supongo que Outlander es una serie clásica y está en una buena posición dentro de ese grupo.

2 comentarios:

mr_c dijo...

Con Outlander me ocurre lo mismo que con Jane the Virgin, no creo que sean series para mí, y sé que pronto se nos romperá el amor, pero de momento las estoy disfrutando.
Me interesaría que ahondaran más en la viajeras en el tiempo, si además de Claire y Geillis hay otras.
Me ha gustado que se equilibrara la importancia de Jamie y Claire, y ya casi diría que están los dos a la par.
En cuanto a la escena de la violación, desagradable, como tiene que ser, y valiente, no sé si es un tema tabú, pero desde luego no es nada habitual retratar una violación masculina, no recuerdo haber visto ninguna fuera de los barrotes de la reivindicable OZ.

seriéfilo dijo...

mr_c: Desde luego hay que darle valor a la serie. Primero por su audacia, y porque no le duelen prendas a la hora de tratar según que temas. Y segundo porque creo que a pesar de su temática ha logrado "convencer" a muchos de nosotros que no somos amantes del género pero la seguimos.

Veremos hasta cuando aguanta este amor. Pero de momento parece que sigue.