Outlander ha terminado por fin su larga, por cuestiones de emisión,
temporada. Ahora es el momento de valorar si el fenómeno literario ha conseguido
traspasar con éxito su magia a la televisión. Pero no os preocupéis, será un
análisis corto.
Lo primero que pienso cuando veo Outlander es en su atmosfera, sus
parajes naturales y su banda sonora, nada desentona, ni siquiera las
actuaciones, a pesar de que Sam Heughan no esté a la altura de sus compañeros.
Pero a la serie le falta algo, y si no es el alma son las tramas.
Spoilers sobre la temporada completa a partir de ahora.
Y ahí poco se puede hacer, ya que
se basa en los libros de Diana Gabaldón, unos libros que no he leído ni me
atraen, pero de los que se dice que están muy bien adaptados. Supongo que así
será, y nada se puede hacer contra eso. O sí, mirad sino Game of Thrones.
Si me acerqué a esta serie no era
por su premisa, sino por su showrunner, Ronald D. Moore, y tampoco me ha dado
lo que me esperaba. Sabía que una serie comandada por él no iba a ser un
desastre, y no lo es, pero esperaba algo más adictivo, con un ritmo frenético y
unos giros de tuerca que me dejaran con ganas de ver el siguiente capítulo.
Volvemos al material fuente.
Por eso decidí disfrutar de la
historia de Claire y Jamie hasta que me siguiera entreteniendo, sé que no es
para mí y llegará un momento en que den tantas vueltas e idas y venidas que
acabaré agotado, pero por el momento ahí sigo.
Lo que sin duda está siendo una
tendencia es tema de la violación esta temporada, mirad sino (también) Game of Thrones. Pero no es la única
serie que también lo ha incluido, los críticos americanos la han bautizado como
la “rape season”. Desde luego gran
trabajo para Tobias Menzies, actor sin tapujos que no rechaza mostrarse desnudo
ni desfavorecido en ningún momento. Bien es cierto que era una secuencia difícil,
pero las posturas imposibles de Sam Heughan, que tendrá seguramente una
cláusula en su contrato para no salir completamente desnudo, desentonan
bastante con la tensión creada y la dificultad para rodar ese tipo de momentos.
Aquí no hay cylons, ni grandes
revelaciones, solo un triángulo amoroso que lleva el peso de la trama. Y no sé
si esto es bueno o malo. Es clásico, así que supongo que Outlander es una serie clásica y está en una buena posición dentro
de ese grupo.
2 comentarios:
Con Outlander me ocurre lo mismo que con Jane the Virgin, no creo que sean series para mí, y sé que pronto se nos romperá el amor, pero de momento las estoy disfrutando.
Me interesaría que ahondaran más en la viajeras en el tiempo, si además de Claire y Geillis hay otras.
Me ha gustado que se equilibrara la importancia de Jamie y Claire, y ya casi diría que están los dos a la par.
En cuanto a la escena de la violación, desagradable, como tiene que ser, y valiente, no sé si es un tema tabú, pero desde luego no es nada habitual retratar una violación masculina, no recuerdo haber visto ninguna fuera de los barrotes de la reivindicable OZ.
mr_c: Desde luego hay que darle valor a la serie. Primero por su audacia, y porque no le duelen prendas a la hora de tratar según que temas. Y segundo porque creo que a pesar de su temática ha logrado "convencer" a muchos de nosotros que no somos amantes del género pero la seguimos.
Veremos hasta cuando aguanta este amor. Pero de momento parece que sigue.
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