23 de diciembre de 2012

¿Es el fin de la televisión de autor?



Esta es la pregunta que se postula en este imprescindible artículo de The Huffington Post a raíz de la destitución de Glen Mazzara como Showrunner de The Walking Dead.

Saltémonos los preámbulos, que somos gente que controla y no necesita volver a leer lo mismo una y otra vez, y vayamos al grano. ¿Es factible una televisión en la que prime el producto por encima de las razones creativas? ¿Una serie puede llegar a perder a su audiencia por la marcha de su productor ejecutivo?

Está claro que desde que la tele es tele el baile de showrunners ha estado presente y que esos cambios, aunque no son habituales, se han ido sucediendo últimamente con mayor frecuencia. La reina, de la nueva televisión, pero también de este dudoso honor es AMC, que “se ha cargado” ya a Glen Mazzara y Frank Darabont en The Walking Dead, al igual que a John Shiban y los Gayton en Hell on Wheels y también tuvo problemas para arrancar Rubicón.



En estas situaciones no les ha dolido el pulso a la hora de cortar por lo sano, pero en el caso de Mad Men y Breaking Bad han hecho todo lo posible para que sus creadores se quedaran hasta el final de la serie no sin muchos problemas de por medio. ¿Son los equipos creativos de producciones como Mad Men o Breaking Bad imposibles de sustituir por sus arriesgadas tramas e intransferible personalidad? 

No nos olvidemos de una cosa, AMC está jugando muy duro por hacerse un hueco en ambas ligas, la de mayor calidad con Showtime y HBO y la de la audiencia, y claro, se encuentra en desventaja con todas las emisoras a las que la podemos comparar. Siempre hablamos de AMC como un emisora con un grupo de producciones de alta gama al igual que hablamos de las series de HBO y Showtime, sin embargo estas dos no viven de la publicidad y AMC si lo hace, cosa que complica sobretodo la temática de sus series, su ritmo y desarrollo, porque para lo que AMC está es para ganar dinero con la publicidad.

Luego tenemos a un grupo de emisoras de cable en abierto que emite series de calidad aunque no quizá a la altura de AMC y que también rigen sus negocios en cuanto a la publicidad y por eso sus producciones tienden a ser más blandas, FX es quizá la única un poco más agresiva, pero no le duele el pulso al cancelar una buena serie.



Pero la cuestión está en que parece que la televisión de autor cada día está más lejos, principalmente porque cuando una serie pierde a su productor ejecutivo sigue funcionando entre la audiencia. Hay millones de ejemplos que si bien al perder a esta parte tan importante de su equipo sufrieron las consecuencias de la crítica, pudieron continuar durante varias tempoadas con buenos números de audiencia, como fue el caso de The West Wing, Charmed, Gilmore Girls, The Walking Dead o incluso True Blood, que seguro que seguirá atrayendo a los espectadores el próximo verano aunque Alan Ball ya no esté allí.

Yo no se si esto es bueno o malo, lo que se es que los productos suelen aguantar el envite de la marcha de sus creadores, y las emisoras lo saben y lo conocen, y si no están ante un producto muy muy personal hacen lo posible por no tocar a sus cabezas pensantes. Yo me quedo, por supuesto con la televisión de autor, aunque el público en general suele ser más permisivo. Yo no me imaginaba Gilmore Girls sin Amy Sherman-Palladino y lo pude comprobar, con estupor pero lo comprobé, al igual que no podría imaginar Weeds sin Jenji Kohan, por ejemplo, y menos mal que en esa ocasión no tuve que comprobarlo.

16 de diciembre de 2012

Un paraguas con goteras.



Para Fringe este año el 9 es el nuevo 19, durante cuatro temporadas nos han dado un capitulo especial cada episodio 19, pero esta temporada, al solo tener 13 nos lo han adelantado.

Spoilers hasta el 4x09

Hace un mes comentaba que la quinta temporada estaba resultando fallida, por su concepción, y que esperaba que la serie mejorase en sus últimos episodios para cerrar una historia que, de verdad, a mi me estaba convenciendo y me devolvía la fe en que se podían contar historias complejas en una network.



La búsqueda de las cintas está resultando mucho más tediosa de lo que pensábamos. Una cosa es ir ensamblando las piezas de un puzzle y emocionarte por ver como te va a quedar, y otra muy diferente es buscar las piezas de ese rompecabezas y esperar a tenerlas todas para ponerse en acción. No es lo mismo.

Sin lugar a dudas todo es una excusa, el plan para derrocar a los observers es el vehículo que nos lleva al final de la serie, y visto lo visto, espero que no sea tan decepcionante como la resolución de la cuarta temporada, aunque ya sabéis, las penas con Nimoy, son menos.


No obstante, tengo que destacar la estructura de este episodio, el contenido y el esquema final es el mismo de siempre, pero el “viaje” psicotrópico de Walter ha permitido a los guionistas jugar, tanto con el guión como con los efectos especiales acentuando sobretodo el mundo onírico de, no nos engañemos, el protagonista absoluto de la trama con la dicotomía que le supone el elegir entre la genialidad absoluta o el calor de los suyos. Y tras ver este episodio podemos intuir que la parte malvada de Walter va a resurgir en el final de la serie si o si.



Fringe siempre ha asumido riesgos, y este episodio, aunque la serie no vaya a continuar, es una declaración de intenciones, por su música, su temática y el tono. Yo no se como lo estarán viviendo los fans más acérrimos, pero a mi me parece que la serie está blandita, si la comparamos con previas temporadas. 


Imaginad por un momento que un espectador que nunca ha visto Fringe comenzara su visionado por este episodio. ¿Qué pensaría de la serie?

4 de diciembre de 2012

Corazones patrióticos rotos.



¿Lo habéis visto?, ¿Lo habéis visto? El capitulo de esta semana de Homeland es y será quizá el más loco que hemos podido ver en televisión durante los últimos años, no es que hayan saltado el tiburón, es que le han hecho hacer al pobre animal un triple salto mortal con tirabuzón. La crítica americana está alucinada, todo el mundo ha reaccionado negativamente y puede que la serie pase de ganar todo a quedarse en un mero entretenimiento. ¿Por qué? Vamos a la zona spoilers.

Spoilers sobre la segunda temporada de la serie, décimo capítulo incluido.



Homeland es una serie premiada a la que no le cuesta tomar riesgos, es más, lo hace deliberadamente, tampoco le cuesta quemar tramas y evolucionarlas hacia algo completamente diferente a lo que pudiera parecer al principio de la temporada, siempre dentro de unos parámetros “realistas” que la amparan dentro del marco de serie de calidad, que opta a premios y que deja babeando a críticos y espectadores.

Mi pregunta es… ¿Se ha cargado la serie todos esos preceptos con el décimo episodio? Mi respuesta es hell yes! Secuestro a una trabajadora de la CIA, extorsión del mayor terrorista del momento al candidato a la vicepresidencia sin que nadie se entere, entrada de este a su despacho, el gran terrorista  (que actúa solo) deja en libertad a su rehén así como si nada, mata al vicepresidente por control remoto, y ya para rematar la secuestrada, que ha estado a punto de morir y ha tenido una conversación trascendental que pa qué con su secuestrador vuelve al lugar donde había estado retenida. Uffffffffffff



La verdad es que yo creo que después de esto cualquier viso de verosimilitud se ha ido al carajo. La serie no va a ser considerada igual después de esto, mucho me temo, y con esto no estoy diciendo que sea un mal producto, estoy diciendo que pasa a jugar a una categoría opuesta a la que venía jugando. A muchas series le ha pasado que después de una primera temporada laureada, la segunda se pasara de rosca, pero el caso de Homeland es especial.

Yo no se como continuará la historia, pero desde luego la producción se ha alejado de unos parámetros de realidad que será difícil volver a recuperar sino imposible. Yo como espectador, sigo alucinando.



Si me preguntáis si me han sorprendido diré que si, muchísimo, ¿Gratamente? Para nada. ¿Me acordaré de este capitulo de televisión durante mucho tiempo? Sin lugar a dudas.

3 de diciembre de 2012

El enemigo está ahí fuera.



The Walking Dead ha terminado la primera mitad de su tercera temporada refrendándose como el mayor acierto en la historia de AMC en cuanto a críticas y espectadores, logrando crear un éxito masivo y siendo el drama con el mejor rating de 18 a 49 años de la televisión americana.

La serie no sólo no se resintió con la salida de su creador sino que ha ido, a base de golpes de timón y de tramas bien hiladas, superándose en cada episodio hasta llegar al clímax en su winter finale.

Spoilers sobre la tercera temporada de la serie.



He seguido The Walking Dead desde el principio, aunque a mi ritmo, y a partir de la segunda temporada empezó a parecerme una de las pocas propuestas interesantes que hay ahora mismo en la parrilla. No soy el único, 10 millones de espectadores americanos lo hacen, y esa es sin lugar a dudas mi gran sorpresa. Que una serie de cable básico, con una premisa tan incómoda, con unos temas tan escabrosos y con una violencia que roza muchas veces la arcada atraiga a tanto público es señal de que se está haciendo algo bien.



Todos sabemos que la serie tiene errores de casting, Andrew Lincoln tiene menos carisma que una patata cocida, y doña Sarah nunca ha sido un portento precisamente, pero a pesar de la falta de química de los protagonistas se ha sabido ensamblar un buen número de secundarios a los que, gracias a Kirkman, se les puede ir dando billete sin mayor preocupación.

Y eso es lo que me gusta de la serie, esta temporada parece que no importa quemar tramas para el entretenimiento del espectador, lo hace Homeland, lo hace Revenge y también lo hace esta. Además se arriesga a perder personajes en el transcurso de la serie cuando todavía no ha llegado a 30 episodios. ¿A quién no le sorprendió la muerte del personaje de Lori? Yo desde luego no he leído el cómic, pero si alguien me dice que la protagonista femenina de una historia muere en el capitulo veinti-tantos lo trato de enajenado para arriba. Bueno, todo puede ser un golpe de efecto, Sarah Wayne Callies tiene experiencia con sus anteriores muertes televisivas, ¿Los zombis saben enviar cabezas por correo? 



Otro acierto es la elección de un villano marcado claramente desde el principio. Oye, yo soy el que siempre dice lo de las áreas grises y que no hay villanos ni héroes, pero quizá una serie de este estilo lo necesite, al igual que un culebrón con Victoria Greystone o una serie de espionaje con Abu Nazir. Villanos con todas las palabras, no se si esta es la temporada de los malos, pero no me negareis que ayuda de forma bárbara a cohesionar las historias aunque nos carguemos un poco la verosimilitud ¿no?

Yo sé que esta serie no es para todo el mundo, a la gente le puede costar entrar, acostumbrarse a las vísceras, al rebanamiento de cabezas, a las muertes sádicas de personajes y al hecho de que los verdaderos enemigos no seas los zombis, sino los humanos que quedan vivos en el mundo, pero mientras sigan con este esquema, las tramas avanzando y la renovación de personajes, me quedo con mi serie post-apocalíptica de referencia, que oye, el género está muy mal desde que se fue Galactica, sino echadle un vistazo a Falling Skies o a Revolution. Señores productores ejecutivos, cuídennos más…