29 de septiembre de 2015

El final del efecto CSI



El final de la serie tras tres lustros no se puede catalogar como éxito, ya que solo 11 millones de espectadores se sentaron ante el televisor, tampoco como revolucionario, porque su temática, aparte de reunir a los actores que habían ido desapareciendo, no era nada del otro mundo ni trascendental en el desarrollo de nuevos proyectos televisivos. Pero sí ha sido importantísimo para la industria televisiva, porque ha despedido a una serie icónica que dice adiós a una fórmula televisiva que revigorizó durante 15 años e hizo ganar muchísimo dinero a sus responsables y emisoras. Por eso la llaman la franquicia del billón.

Yo creo que lo de menos es si Sara y Grissom acaban juntos o no, sino analizar la importancia de un producto que no tenía las de ganar y que asombró al mundo. Se estrenó un viernes por la noche en una CBS que no daba ni un duro por ella tras haber sido rechazada por ABC y triunfó, siendo la última producción que lo ha hecho ese día de la semana, triunfó tanto que se recolocó en la noche de los jueves. Triunfó tanto que llegó a promediar medias de 25 millones de espectadores con picos de 30 y fue clave para destronar a esta tantas veces comentada noche de los jueves de NBC.

10 de septiembre de 2015

Una catástrofe que en realidad no lo es



Hoy quiero hablaros de una serie pequeña, casi casi en todos los aspectos. Pequeña en duración, sólo 6 capítulos de menos de media hora, pequeña en personajes, los dos principales y algún que otro recurrente y pequeña en presupuesto pero ambiciosa en cuanto a su guión y el desarrollo adulto de las tramas.

Lo único que tenéis que saber de la premisa es que una irlandesa y un americano se encuentran en una ciudad y deciden tener relaciones sexuales. El americano, que estaba en Inglaterra por cuestiones laborales vuelve a su país, y ella le llama por teléfono para decirle que… está embarazada.

Desde luego nada nuevo, pero esperad, porque el desarrollo de esta historia es bastante interesante y su enfoque muy destinado quizá a la generación de aquellos que en la treintena o casi cuarentena, ven como su vida no va hacia ningún lado y creen que deben coger ese último tren antes de que sea demasiado tarde.