26 de marzo de 2013

Chicas que dan que hablar.



¿Quién no habla de Girls?, ¿Por qué se ha convertido en la serie más controvertida?

Debo deciros que si no he hablado antes de ella es por pura pereza, no por la serie, sino porque todo el mundo da su opinión acerca y te llega a saturar tanto análisis. Y yo tenía pensado hacer otro, pero lógicamente no tiene sentido después de tantas tesis.



Yo creo que la serie tiene mérito, y hay veces que me siento muy identificado con esas chicas, porque comparto edad y sociedad, aunque la cuestión es que ese halo semi-improvisado que rezuman sus tramas se vuelve una losa a la hora de conseguir una serie redonda, y sobretodo esta segunda temporada, con varios episodios en formato stand-alone, que como su nombre indica, pueden ser muy buenos, regulares o cargarse la atmósfera de un solo pestañeo.

Reconozco también las virtudes de Lena Dunham, aunque me muestro muy alejado de la percepción general. ¿La nueva Woody Allen? Dios, mis tímpanos casi estallan al oír semejante disparate sin la necesidad de bastoncillos. Lena tiene muchas cosas buenas, es muy joven y está encandilando a la industria, aunque a veces me cuesta encontrarla como actriz en muchas escenas, al igual que a las demás actrices del reparto, quizá el punto débil de la serie, aunque hay que reconocerle que tiene muchos ovarios al crear una serie intimista y mostrarse sin tapujos ante la cámara.



A pesar de ello disfruto con Girls, y eso que el final de la segunda temporada no me ha gustado nada, e incluso los personajes de Shosanna y Hannah me han llegado a abrumar por sus excentricidades. No obstante estoy seguro que veré la tercera temporada, y que se volverán a comentar sus episodios incesantemente. Me intriga y me apasiona.

No se si recomendaría la serie, no se si me termina de convencer, las actuaciones están justitas, pero cuando tengo un episodio disponible ni espero ni me lo dejo pendiente, lo veo inmediatamente, y eso es porque algo, Lena, estáis haciendo bien.

13 de marzo de 2013

Shameless: Pillastres de Chicago.



Shameless es la dramedia más redonda que se emite actualmente en Televisión. Lo digo y me quedo así de ancho, y además es como quería empezar esta especie de post reivindicativo.

Redonda porque conjuga muchas tramas, desde muchos punto de vista diferentes y no falla en ninguno de ellos. Desde muertes y asesinatos pasando por encubrimiento de cadáveres, sexo homosexual, trabajo clandestino de menores, robo, fraude a la seguridad social… ¡Todo sin complejos! y así podría seguir durante párrafos y párrafos.



Tengo que decir que tuve mis reservas antes de empezar con la serie, la primera eran sus tres protagonistas. Willam Macy no era santo de mi devoción, y claro, esa pareja que perpetró, seguro que sin ser muy conscientes, ese horror llamado Dragonball Evolution, llamados Emmy Rossum y Justin Chatwin tampoco es que le dieran alicientes al asunto. Craso error, porque si por algo debemos alabar a la serie es por su moralidad y el nivel de las interpretaciones, si bien es cierto que Chatwin se queda un poco atrás, hasta los niños son capaces de convencer de forma muy satisfactoria. Y eso es muy difícil, aunque si tenéis cualquier tipo de dudas pensad en el niño de The Following. ¡Queda todo dicho!



Shameless emociona, principalmente porque en el fondo, es la historia de unos simpáticos pícaros, una historia que funciona universalmente desde hace más de cinco siglos, que al fin y al cabo cometen estos actos para sobrevivir el día a día. Y por eso les perdonamos, pero claro, si perdonamos a Walter y Dexter por sus fechorías ¡Cómo no íbamos a hacerlo con los Gallager!



Lo que más me fascina de la serie es como es capaz de llevar unos temas tan escabrosos a buen puerto y que funcionen a la perfección. No hay que olvidarse que en el fondo, la vida de estos chicos es muy terrible. Un padre alcohólico, una madre ausente y la falta de una guía que funcione como soporte moral y les guíe de forma correcta, porque Fiona es una supermujer, pero tiene sus fallos.



Tampoco quiero decir nada más, los que veáis la serie sois conscientes de sus maravillas, los que no lo hagáis deberíais estar haciéndolo ahora mismo. Quizá no es para todos los públicos pero pocas veces os recomiendo que os lancéis a ver una serie de esta manera. Esta es una recomendación de seriéfilo a seriéfilo/a. SHA ME LESS