22 de octubre de 2015

Almas perdidas en busca de respuestas



Les Revenants, esa maravillosa revelación francesa que triunfó en 2012 acaba de terminar su segunda y última temporada por todo lo alto. Hacía tiempo que una historia como esta no me dejaba sin respiración, intrigado pero satisfecho, al borde de la silla disfrutando de cada episodio, de cada plano, de cada nota musical y de cada pequeño misterio que se iba desarollando muy poco a poco y que te dejaba con ganas de más.

He leído muchas buenas críticas sobre la serie, a las que me sumo sin pestañear. En la mayoría de estas críticas se aseguraba que esta no es un serie para todos, que es buena pero a la vez demasiado consciente de que es buena. Da igual, animo a cualquiera que no la haya visto a que la vea en versión original, aunque tenga un ritmo lento, aunque los giros de guión no sean locos, aunque abrace la ciencia ficción realista o aunque su modus operandi en general diste mucho de las series a las que estamos acostumbrados/ nos ha acostumbrado el negocio norteamericano.

5 de octubre de 2015

¿Qué vale un piloto en la TV americana?



Mucho he hablado en el blog de los presupuestos, productoras y rentabilidad de las series americanas, siempre bajo números que aparecen en la prensa especializada pero que había que coger con pinzas, puesto que aseguraban que el promedio de un capítulo por serie rondaba los 3 millones de dólares y que los sueldos de los actores superaban los 100.000 dólares según fuera su “star power”. Bien, ahora con el hackeo de las cuentas de Sony sabemos con certeza que se destina a cada partida, y es, cuanto menos, interesante.

La cifras que revela The Hollywood Reporter y de las que me hago eco son las del piloto de Battle Creek, un fiasco en ratings del año pasado que no levantó el interés de la audiencia ni la crítica a pesar de estar creada por dos grandes nombres de la industria, David Shore y Vince Gilligan responsables de House y Breaking Bad respectivamente.

El piloto de la serie costó 3.565.000$ una cifra bastante moderada si se tiene en cuenta que el precio del piloto suele ser el más alto de la serie, al menos en un tiempo, debido a que se necesita de una fuerte inversión por partir de la nada. Los sueldos de los protagonistas varían de los 150.000$ de Josh Duhamel que es el gran conocido por el público y cabeza de cartel a los 77.500$ de Dean Winters, que era el acompañante del protagonista. Para que os hagáis una idea, una actriz tan reconocida como Janet Mcteer tan solo cobró 60.000$.

David Shore y Vince Gilligan figuran como creadores, pero era David Shore el showrunner de la serie y el que se encargaba de ella día a día cobrando 75.000$ por ese piloto mientras que Gilligan tenía una remuneración de 35.000$. Esa última suma de dinero es la que se pagaba a la productora de la serie y una superior, 50.000$ al director, Bryan Singer, que además tenía una póliza que le permite cobrar el 5% de esa cantidad por cada episodio de la serie por el mero hecho de dirigir el piloto. Curioso cuanto menos.

Por conceptos como la localización se facturaban sumas de 246.000$ y la construcción de los sets no sobrepasaba los 110.000$. La música asciende a 86.500$, la edición costaba más de 50.000$, los efectos visuales 25.000$ y los títulos de crédito 1.500$.

Todo este dinero invertido en 15 días de rodaje. Una interesante forma de ser conscientes de lo que vale un piloto en una industria que parece que conocemos pero que tiene una interesantísima historia detrás.