28 de marzo de 2011
Ciao Belle.
9 de mayo de 2010
Puta, pero con matices.

Así es Secret Diary Of A Call Girl, una dramedia de 23 minutos de duración por episodio y 8 entregas anuales que trata la prostitución desde un punto de vista no punitivo, sea o no alejado de la realidad se agradece, porque es puta porque quiere, disfruta de su trabajo y no tiene remordimientos. ¡Y cuenta con sentido del humor!
Una de sus mejores virtudes es que sin duda nos encontramos ante un producto bien engrasado, con una maravillosa Billie Piper y una trama que no decae en el aburrimiento en ningún momento, porque emitiendo 2 horas anuales de una ficción es imposible aburrir, si las cosas están bien plantificadas. Y es que es inglesa, y si no lo fuera esta serie no podría haber existido.

Los americanos tienen miedo a las producciones de Gran Bretaña, por eso, cuando son muy buenas las adaptan, como pasó con The Office o Live On Mars, pero un día una mente brillante decidió que esta pequeña historia inglesa era inadaptable y Showtime (quien sino) decidió emitirla tal cual. Doble gozo. Porque no nos engañemos, una ficción de estas características no podría caber en la televisión convencional americana de ninguna de las maneras, si así lo fuera, Belle sería una pobre prostituta sin madre, con un padre muy enfermo y hermanos pequeños que tiene que pasar por el vía crucis de la prostitución dándole todo mucho asco y viviendo una auténtica pesadilla al ir a comprar el pan pensando que cualquiera de sus clientes pudiera reconocerla fuera del horario laboral, además la pobre debería tener otro trabajo, normalmente el de camarera en una hamburguesería para que toda su familia no supiese que lo que de verdad paga las facturas no son las propinas de los adolescentes del Whopper, sino las de los infernales clientes que, haciendo un flaco favor a la sociedad, siempre estarían poniéndole los cuernos a sus respectivas.
Suerte que no es así, y que se puede tratar con cualquier tranquilidad temas como orgías, sado-maso, tríos e infinidad de diversiones (o perversiones) sexuales sin tapujos, es decir, que si, hay tetas saltarinas, pero estamos en Europa y no cambiamos dramas por pezones, es más, siempre estamos esperando a que Belle pruebe nuevas experiencias, cada una más estrambótica que la otra, viendo como casi siempre consigue separar de forma milimétrica su vida laboral y privada sin casi despeinarse.
Y es que las razones de Belle para prostituirse deberían ser cuestionables, pero aquí nadie quiere que deje de ser puta, al espectador le daría una gran pena que dejara el negocio, aunque no le haga falta porque se ha forrado vendiendo los libros de sus propias experiencias, y no es vicio, es que necesita experiencias vitales para una segunda parte.
Por lo demás nos encontramos con una T.S.N.R de libro con su mejor amigo Ido y los consiguientes bajones de este cuando Hannah encuentra un maromo que entiende su profesión como si fuera jardinera, una amiga de lo más estrambótica que da sus primeros pasos en la prostitución con toda la naturalidad del mundo y una madame que presiona a sus chicas y se queda con casi la mitad de todos los servicios pero que no cae mal. ¿La pega? Que el único personaje rico es el de la protagonista y los demás son bastante planos, lo que hace que Billie Piper se luzca tanto que tras meses y meses de especulaciones haya decidido seguir “prostituyéndose” en una cuarta temporada por la friolera cifra de 2 millones de libras, convirtiéndose en una de las actrices mejores pagadas del Reino Unido con tan solo 27 añitos.

Y es que hasta el opening es una declaración de intenciones, You Know I’m Not Good de Amy Winehouse es el compás perfecto a los actos de una señorita que desarrolla el trabajo más antiguo del mundo y una serie que no moraliza en exceso a teleespectador y deja que él juzgue los actos de los protagonistas sin cortapisas. Y os habéis librado, porque en un primer momento iba a darle el título de “Puta, pero disfruta” al post, pero el riesgo de visitantes no deseados que buscan otra clase de contenidos me ha hecho decantarme por este segundo, que si bien no es tan especifico sí mantiene la esencia. ¿No?
Pd: Y quien busque encontrarse con un sucedáneo de Sex And The City que desista, aunque en las dos se hable de sexo sin tapujos y con comicidad y las protagonistas vayan vestidas a la última moda, aquí el bottox está reducido a menos de la mitad y no tenemos que aguantar a la cara-palo de Sarah Jessica Parker. ¡Todo en la vida es mejor sin Sarah Jessica Parker!