15 de agosto de 2016

Stranger Things no es tan buena



No como la han encumbrado en este primer mes que lleva online, ni muchísimo menos.

La premisa es divertida y muy ochentera, la atmósfera es original y bastante bien llevada y las actuaciones están muy conseguidas, con la excepción de, claro está Winona, pero no es la serie de la temporada, al menos no en cuanto a tramas, ni efectos especiales, ni factor cómico o dramático.

Dicho esto, creo que el éxito de la serie reside en que funciona maravillosamente bien en el target al que va dirigida, que es el de los nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta. Encaminada principalmente a ellos porque vivieron la época y fueron testigos de primera mano de las películas infantiles y juveniles que se estrenaron en aquel entonces y de las que tanto bebe Stranger Things. Y es por esto que el poder de la nostalgia gana a otros tantos factores que podría debatir aquí y que nunca superarían al primero.