The Walking Dead ha terminado la
primera mitad de su tercera temporada refrendándose como el mayor acierto en la
historia de AMC en cuanto a críticas y espectadores, logrando crear un éxito
masivo y siendo el drama con el mejor rating de 18 a 49 años de la televisión
americana.
La serie no sólo no se resintió
con la salida de su creador sino que ha ido, a base de golpes de timón y de
tramas bien hiladas, superándose en cada episodio hasta llegar al clímax en su winter finale.
Spoilers sobre la tercera
temporada de la serie.
He seguido The Walking Dead desde
el principio, aunque a mi ritmo, y a partir de la segunda temporada empezó a
parecerme una de las pocas propuestas interesantes que hay ahora mismo en la
parrilla. No soy el único, 10 millones de espectadores americanos lo hacen, y esa
es sin lugar a dudas mi gran sorpresa. Que una serie de cable básico, con una
premisa tan incómoda, con unos temas tan escabrosos y con una violencia que
roza muchas veces la arcada atraiga a tanto público es señal de que se está
haciendo algo bien.
Todos sabemos que la serie tiene
errores de casting, Andrew Lincoln tiene menos carisma que una patata cocida, y
doña Sarah nunca ha sido un portento precisamente, pero a pesar de la falta de
química de los protagonistas se ha sabido ensamblar un buen número de
secundarios a los que, gracias a Kirkman, se les puede ir dando billete sin
mayor preocupación.
Y eso es lo que me gusta de la
serie, esta temporada parece que no importa quemar tramas para el
entretenimiento del espectador, lo hace Homeland, lo hace Revenge y también lo
hace esta. Además se arriesga a perder personajes en el transcurso de la serie
cuando todavía no ha llegado a 30 episodios. ¿A quién no le sorprendió la muerte del
personaje de Lori? Yo desde luego no he leído el cómic, pero si alguien me dice
que la protagonista femenina de una historia muere en el capitulo veinti-tantos
lo trato de enajenado para arriba. Bueno, todo puede ser un golpe de efecto,
Sarah Wayne Callies tiene experiencia con sus anteriores muertes televisivas,
¿Los zombis saben enviar cabezas por correo?
Otro acierto es la elección de un
villano marcado claramente desde el principio. Oye, yo soy el que siempre dice lo de las áreas grises y que no hay villanos ni héroes, pero quizá una serie de este
estilo lo necesite, al igual que un culebrón con Victoria Greystone o una serie
de espionaje con Abu Nazir. Villanos con todas las palabras, no se si esta es
la temporada de los malos, pero no me negareis que ayuda de forma bárbara a cohesionar las
historias aunque nos carguemos un poco la verosimilitud ¿no?
Yo sé que esta serie no es para
todo el mundo, a la gente le puede costar entrar, acostumbrarse a las vísceras,
al rebanamiento de cabezas, a las muertes sádicas de personajes y al hecho de
que los verdaderos enemigos no seas los zombis, sino los humanos que quedan
vivos en el mundo, pero mientras sigan con este esquema, las tramas avanzando y
la renovación de personajes, me quedo con mi serie post-apocalíptica de
referencia, que oye, el género está muy mal desde que se fue Galactica, sino
echadle un vistazo a Falling Skies o a Revolution. Señores productores
ejecutivos, cuídennos más…
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