Damages 5x03-04. Amor de madre.

Damages nunca ha sido una serie de abogados pura y dura, podría haber sido desarrollada en cualquier otro entorno poderoso, pero no ha bebido exclusivamente de los recursos narrativos del género como se podría presuponer. Ally Mcbeal a pesar de ser una dramedia disparatada los explotaba y no digo que esté bien o mal, pero es lo fácil.

Spoilers sobre los últimos episodios emitidos.

Lo más reseñable del tercer episodio es la tensión in crescendo a lo largo del capítulo con la declaración a la hija de Naomi Walling, Rachel, que se ve contra las cuerdas ante las preguntas de Ellen Parsons. Ambas se han metido en un caso que no lleva a ningún lado, sin pruebas o evidencias y que está empezando a poner en jaque sus vidas profesionales y personales.

Ellen empieza a conocer a Channing McClaren y eso le aterra, sus mentiras, trampas y dobles juegos, pero a la misma vez su integridad a la hora de no utilizar las donaciones para conseguir información, entonces… ¿No utiliza dinero pero si airea información privada? y ¿Tuvo o no tuvo un affair con Naomi antes de morir esta? y si es así, ¿Quién mandó asesinarla Patty o la misma organización?

El capitulo cuatro nos deja claro que McClaren no es ni mucho menos el jugador principal en este juego y que su equipo, comandado por un cada vez más presente John Hannah tiene mucho que decir. Tanto es así que lleva a Ellen a pujar por una información que nunca llega a obtener y que le cuesta la friolera de medio millón de dólares y pone en riesgo el funcionamiento del juicio.

Lo más importante a efectos de la trama central de la serie, el “showdown” entre las antagonistas son las oníricas imaginaciones de Patty. Su hijo la cataloga como una megalómana que tan sólo se enfrenta a grandes estafadores para conseguir el reconocimiento de la prensa y la abogacía pero que no soporta que nadie le de la espalda. Todos sabemos que Patty utiliza la ley bordeando sus límites para conseguir sus fines, cosa que también está haciendo Ellen, pero su moralidad es más complicada.

Primero nos la muestran capaz de poner en ridículo a un hombre delante de todo un restaurante con la risa más maquiavélica escuchada jamás por televisión, pero luego descubrimos que continúa lamentándose por haber mandado asesinar a Ellen cinco años atrás. Esto la hace humana, y permite jugar a los guionistas de la serie enormemente.

Patty quiere ganar, pero en el fondo ve a Ellen como una hija, la hija que ella perdió cuando era joven y tendría la edad de Ellen, y la ve así porque la joven también es ambiciosa y no se doblega ante nada ni nadie. Si, Patty quiere ganar, pero quiere ganar menos que nunca.

Debemos ver que ocurrirá ante la entrevista de su hijo y las repercusiones que tendrá Patty al haber escogido su caso en una clara vendetta y cómo se solucionará la trama del intento de asesinato que fue perpetrado cinco años atrás en la recta final de la serie.