Todo el que conozca un poco la
televisión americana sabe que las cadenas que emiten en abierto, las networks, están
pasando por un momento crítico de audiencias y reconocimiento por parte de la
crítica y los espectadores. La multiplicación de plataformas ha hecho que las
estrictas normas que rigen la decencia de lo que se emite vayan siendo cada vez
más y más delgadas y que nos encontremos con situaciones, conversaciones y
altercados que hace 10 años serían impensables en una TV que era todopoderosa y
que, aunque continúa siendo un gran negocio, no pasa por su mejor momento.
Por ello hay ficciones que están
intentando estrechar esa línea con tramas más adultas y subidas de tono. El
primer escándalo vino de la mano de The
Mindy Project, en el que durante casi un episodio completo se debatía la
posibilidad de que el personaje de Chris Messina hubiera intentado practicar
sexo anal sin pedirle permiso al personaje de Mindy kaling, y eso llevó a que
los personajes debatieran sobre diferentes posturas sexuales. Media hora antes,
en New Girl se hablaba sobre una cita
de Jess y esta comentaba a sus amigos que había estado con un chico dotado de
un micropene y además se mencionó varias veces la palabra Sex Fist!, del anglicismo fisting.
Por todo esto el FCC (Federal Communications Commission)
se pregunta si debería tomar cartas en el asunto, aunque de momento no lo ha
hecho, y ha dicho que la situación está lejos de ser una moda, y que es algo
que lleva instaurándose desde hace tiempo y en gran parte por la competencia
entre las networks y el cable, donde se tiene mucha más libertad.
Otros casos muy comentados han
sido los del piloto de Bad Judge,
donde un niño pintaba una cabeza de pene a su profesor y nos la mostraban
directamente o, el último caso donde después de un especial de Charlie Brown, dirigido a niños, se
emitió un episodio de Scandal que
comenzó con una escena de sexo donde la protagonista fantaseaba al acostarse
con dos hombres diferentes, alzando las protestas de mis amigos del Parents Council, que contaron los 26 segundos exactos desde que terminó Charlie Brown hasta que Olivia comenzó a
refregarse con los varones. Claro, 26 segundos que pillaron a los padres
desprevenidos sin darles tiempo a cambiar de cadena o apagar el aparato.
Así está la tele.
2 comentarios:
Menuda chorrada. El sexo es una parte fundamental de nuestra vida e intentar eliminarlo u obviarlo es un error. Luego nos quejamos de la prostitución y de las violaciones cuando somos nosotros como padres los que no inculcamos a nuestros hijos una buena salud sexual.
Pues eso estánderes que nosotros consideramos adecuados en la tv americana son tabú, y bueno, esto es lo más "peliagudo" que se puede encontrar en la tv americana en abierto. Quizá tontería para nosotros, aunque ellos se lo tomen muy enserio.
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