18 de julio de 2013

Del verde al naranja pasando por el negro.



O lo que es lo mismo, de Weeds a Orange is the New Black. Dos series unidas por el mismo tipo de humor y la misma creadora pero que, si analizas concienzudamente, no tienen tanto que ver.

Con Orange como con los demás estrenos se está viviendo un continuo binge watching o atracón de visionados gracias a que todos los episodios se suben de golpe y, es difícil sucumbir a la tentación de ver el siguiente. A mi me parece una estrategia genial, aunque puede que a esta serie no le venga tan bien como podría pensarse.




Como he comentado el humor marca de la casa, el de Jenji Kohan, ya lo conocíamos, aunque no por ello no hay que aplaudirlo, ella y Amy Sherman Palladino son las mejores en lo suyo, y sus referencias a la cultura pop insuperables, en Orange se habla desde de Mad Men hasta de The Smiths, sin despeinarse, y eso es un gran punto a favor.

Jenji es desengrasante puro, y eso creo que es lo que la hace única, ya que puede convertir los dramas humanos más feroces en comedia, y cuidado, porque esta serie conmueve, cosa que no esperaba bajo ningún concepto y es la gran diferencia con la anterior. Conmueve sin que te des cuenta, y no de forma ñoña, sino de la que te hace reflexionar. Al fin y al cabo son un grupo de mujeres encerradas en una cárcel, pero ¡Qué difícil es hacer que resulte tan interesante y que los personajes funcionen como un reloj suizo! ¡Y tener un personaje que se llame Pornstache!



La protagonista, Taylor Schilling, está fantástica, como lo estaba Marie Louise Parker, y Jason Biggs, bueno, es Jason Biggs, para lo bueno y para lo no tan bueno. Porque no hay nadie más conocido en el reparto, caras que os sonarán, desde luego, pero ningún otro actor de renombre, cosa que ayuda a creerte el entorno y las situaciones que se viven en una cárcel para nada idílica.

No quiero dar más detalles, esta es una serie que hay que ver, aunque sus episodios duren una hora, para mi, 20 minutos de más, o incluso 30, porque con media hora por episodio sería fantástico y aunque se centren en una reclusa por capítulo, cosa que no me gusta un pelo aunque esté todo bien integrado.



Así que no lo dudéis, a los fans de Weeds les llenará en hueco que dejó la serie madre, y a los que no les gustaba o estaban horrorizados por el libre albedrío que promulgaba, Orange is the New Black es mucho más comedida, efectiva y cruda, más cruda de lo que vemos, porque al fin y al cabo estamos presenciando vidas truncadas, vidas que no serán lo mismo tras entrar en prisión. Y eso cuando se cuenta bien es un triunfo.

Yo no tenía dudas acerca de Jenji, Netfix tampoco, ya que renovó su serie sin haberla estrenado y vosotros no deberíais dudarlo ni un solo instante.


Pd: Amy, si Bunheads no renueva ¿No te hace un Netfix?

2 comentarios:

Diana Hernández dijo...

Justo ayer me preguntaba que si no había sido capaz de pillarle el punto a Weeds me gustaría Orange es the new black, y ahora ya se que tengo que darle una oportunidad :)

Un saludo^^

seriéfilo dijo...

Dids: Aunque te digo, que si no te terminó Weeds a lo mejor esta tampoco lo hace. Es una serie muy personal, no descubre la polvora y me da miedo que la rutina en la cárcel pueda con ella. Yo llevo 9 episodios y hay un pequeño impás. Al terminar veremos si merece realmente la pena o no. De momento si.