O lo que es lo mismo, de Weeds a
Orange is the New Black. Dos series unidas por el mismo tipo de humor y la
misma creadora pero que, si analizas concienzudamente, no tienen tanto que ver.
Con Orange como con los demás
estrenos se está viviendo un continuo binge
watching o atracón de visionados gracias a que todos los episodios se suben
de golpe y, es difícil sucumbir a la tentación de ver el siguiente. A mi me
parece una estrategia genial, aunque puede que a esta serie no le venga tan
bien como podría pensarse.
Como he comentado el humor marca
de la casa, el de Jenji Kohan, ya lo conocíamos, aunque no por ello no hay que
aplaudirlo, ella y Amy Sherman Palladino son las mejores en lo suyo, y sus
referencias a la cultura pop insuperables, en Orange se habla desde de Mad Men
hasta de The Smiths, sin despeinarse, y eso es un gran punto a favor.
Jenji es desengrasante puro, y
eso creo que es lo que la hace única, ya que puede convertir los dramas humanos
más feroces en comedia, y cuidado, porque esta serie conmueve, cosa que no
esperaba bajo ningún concepto y es la gran diferencia con la anterior. Conmueve
sin que te des cuenta, y no de forma ñoña, sino de la que te hace reflexionar. Al
fin y al cabo son un grupo de mujeres encerradas en una cárcel, pero ¡Qué difícil
es hacer que resulte tan interesante y que los personajes funcionen como un
reloj suizo! ¡Y tener un personaje que se llame Pornstache!
La protagonista, Taylor
Schilling, está fantástica, como lo estaba Marie Louise Parker, y Jason Biggs, bueno,
es Jason Biggs, para lo bueno y para lo no tan bueno. Porque no hay nadie más
conocido en el reparto, caras que os sonarán, desde luego, pero ningún otro
actor de renombre, cosa que ayuda a creerte el entorno y las situaciones que se
viven en una cárcel para nada idílica.
No quiero dar más detalles, esta
es una serie que hay que ver, aunque sus episodios duren una hora, para mi, 20
minutos de más, o incluso 30, porque con media hora por episodio sería fantástico
y aunque se centren en una reclusa por capítulo, cosa que no me gusta un pelo
aunque esté todo bien integrado.
Así que no lo dudéis, a los fans
de Weeds les llenará en hueco que dejó la serie madre, y a los que no les
gustaba o estaban horrorizados por el libre albedrío que promulgaba, Orange is
the New Black es mucho más comedida, efectiva y cruda, más cruda de lo que
vemos, porque al fin y al cabo estamos presenciando vidas truncadas, vidas que
no serán lo mismo tras entrar en prisión. Y eso cuando se cuenta bien es un
triunfo.
Yo no tenía dudas acerca de
Jenji, Netfix tampoco, ya que renovó su serie sin haberla estrenado y vosotros no
deberíais dudarlo ni un solo instante.
Pd: Amy, si Bunheads no renueva ¿No te hace un Netfix?
2 comentarios:
Justo ayer me preguntaba que si no había sido capaz de pillarle el punto a Weeds me gustaría Orange es the new black, y ahora ya se que tengo que darle una oportunidad :)
Un saludo^^
Dids: Aunque te digo, que si no te terminó Weeds a lo mejor esta tampoco lo hace. Es una serie muy personal, no descubre la polvora y me da miedo que la rutina en la cárcel pueda con ella. Yo llevo 9 episodios y hay un pequeño impás. Al terminar veremos si merece realmente la pena o no. De momento si.
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