Bunheads huele a Stars Hollow.

Amy Sherman-Palladino ha vuelto, y ha vuelto a hacer lo que mejor se le da, esta vez, y gracias a Dios sin Parkey Posey y sin hermanas descarriadas que apenas dan para tres episodios en antena.

Bunheads es hermana de Gilmore Girls, comparten a la misma madre, están cortadas por un patrón muy similar, juegan con las mismas bazas e incluso comparten a la gran Kelly Bishop. ¿Es entonces esta nueva serie la hermana guapa o la hermana fea?

Gilmore Girls sin duda es la hermana guapa, y Bunheads está demasiado verde para saberlo, aunque apunta maneras, como cuando ves a una niña preciosa y delicada que sabes que si todo va bien se convertirá en una preciosidad de mayor. La premisa es lo de menos, el golpe de efecto también, lo que importa es que tenemos un pueblecito pequeño, la relación entre dos mujeres, diálogos rápidos y llenos de referencias a la cultura popular y un aire un poco indie pero marcadamente familiar. Por lo tanto Amy no ha inventado la pólvora, es más, repite lo que le funciona y lo que sabe hacer, drama familiar blanco, quizá incluso ñoño para algunos, salpicado en gran medida de dosis de humor con personajes femeninos fuertes y llamativos y personajes secundarios con garra. Los personajes secundarios en esta todavía están por descubrir pero… ¿Alguien duda de su posible potencial tras haber conocido a la señora Kim, Babette, Miss Patty, Lane o Paris?

En cuanto a actuación destaca en el piloto sobretodo la protagonista, una semi-desconocida en TV Sutton Foster, guafea de manual pero muy resultona, habla por los codos, morena lacia y con desparpajo. Vale, no es Lorelai, todos habríamos querido ver a Lauren Graham en ese papel, Lauren Graham tiene el carisma pegado a ella y todo lo que huela a producción de Sherman-Palladino recuerda a ella, eso, o que el esteriotipo creado por la guionista para sus protagonistas fue interpretado tan bien por ella que ha quedado como estándard-tipo.

Viendo el piloto tenía la sensación de que en cualquier momento vería a Lorelai y a Rory de la mano de su abuelo entrar a la academia y preguntare a Kelly Bishop donde se había metido un viernes noche sin cenar con ellos, cosas de la nostalgia de uno que se crió con TheWB de finales de los ‘90 principio de los ’00.

Así que os animo a ver la serie si os gustó la anterior, así como si no pudisteis ver esta en su día. Es familiar, sin grandes efectos visuales, ni grandes giros de tuerca pero el piloto es impoluto y toda una declaración de intenciones. No es ni mucho menos mi género predilecto, ni el tipo de serie que suelo seguir ni por edad ni por sexo pero atrapa, y eso ya es decir mucho.

Pd: Shondita Rhimes, esa señora todopoderosa que pone series en ABC, tuvo una queja tras ver el capítulo en televisión, como aquí veis:

Yo creo que estamos tontos o es que estamos tontos, a ver, me parece muy bien que las series estadounidenses sean verosímiles y muestren la realidad de un país como los EEUU ¿Pero que es esto de que necesita haber un actor afroamericano para que alguien se sienta bien al ver la serie? Me parece una gilipollez como un carro de grande, como las críticas hacia la serie de HBO Girls por no incluir ningún negro entre su casting. Yo, y creo que todos, hemos visto toda la vida sitcoms americanas con un casting completamente afroamericano y nunca he tenido la necesidad de que hubiera al menos un caucásico para sentirme bien. No me hacía falta un caucásico en Familla Matters, ni en Fresh Of Bel Air, ni en Moesha, ni en The Cosby Show porque me sentía identificado con ellos de una u otra forma.

Así que entiendo perfectamente que son una minoría y que el trato dado en los medios no es quizá el más adecuado, pero no ricemos el rizo y doña Shonda, las tonterías déjeselas en casa, gracias.