29 de noviembre de 2010

Jugando a ser HBO.



Jugar a ser HBO es bueno, según por donde se mire, pero intentar crear ficciones arriesgadas, de autor, y con una trama potente es siempre bien recibido para el espectador amante de la buena televisión. HBO siempre ha sido innovadora y Showtime le ha seguido a la zaga de una manera brillante, con resultados brillantes la gran mayoría de las veces, y es que ambas pueden permitirse lujos y licencias que otras cadenas de cable no pueden hacer.

HBO y Showtime son premium, es decir, cadenas por las que el espectador debe pagar un plus para tenerlas en pantalla, al igual que Starz, mientras que otras de las emisoras de cable más conocidas como FX, AMC, TNT, SYFY o ABC Family son cadenas de cable base, emisoras que aparecen en un paquete cuando se contrata una modalidad de pago por visión.



De entre todas las emisoras de cable básico son sólo dos las que están intentando crear producciones fuera de lo común, innovadoras, adultas y con unas características que acercan posturas al cable premium pero sin muchos de los beneficios de este. FX y AMC se encuentran a la vanguardia en la creación de nuevos productos de autor, y a pesar de sus éxitos, los datos son bastante ajustados teniendo en cuenta los beneficiosos números de otras emisoras que están en igualdad de condiciones.

FX lleva 9 años apostando por la ficción propia de una forma sólida, y tras éxitos como The Shield o Nip/Tuck está en horas bajas, sobretodo desde hace dos temporadas. Hace poco hablamos de la clara apuesta de la emisora a la hora de reinventar géneros en ficción, y son los mejores en ello, pero sus apuestas no siempre cuentan con el beneplácito de la audiencia, y con su infraestructura no se pueden permitir mantener en el aire producciones con grandes críticas y reconocimiento con pequeñas audiencias.



El ejemplo más claro lo hemos vivido con Damages, serie dramática alabada por los críticos y que le suponía a FX mantener presente su nombre en todas las ceremonias de premios del circuito televisivo pero con una audiencia abismalmente reducida tanto en cifras como en demográficos. La solución fue una cancelación prematura, pero no ha sido la única, The Riches también sorprendió a la crítica pero sus datos no la permitieron continuar para una tercera temporada.

Otras apuestas que si mantiene en parrilla con datos bastante mediocres son Terriers, The League, Archer y It’s Always Sunny In Philadelphia. La primera tiene todas las papeletas para ser cancelada con datos prácticamente inexistentes y unas críticas más que favorables. The League y Archer son comedias renovadas cuyos datos generales son bastante pobres pero que cuentan con resultados muy justitos en los demográficos. Always Sunny se encuentra en un caso parecido, datos generales pobres pero presupuesto muy ajustado y datos decentes en los demográficos, cosa que la convierte en la mejor comedia del canal pero con guarismos muy alejados de su gran éxito, Sons Of Anarchy.



AMC vive una situación similar, sus series son reconocidas en el circuito televisivo de premios y alabadas por la crítica pero sus datos dejan que desear, aunque no sean estrepitosos. Mad Men nunca ha conseguido buenas audiencias pero es la niña bonita de la industria, al igual que Breaking Bad que ha mantenido unos datos regulares pero ha supuesto el espaldarazo definitivo a la marca AMC. Rubicon si sufrió y mucho para rebasar el millón de media durante su primera temporada y la cadena la canceló fulminantemente, por lo que no es oro todo lo que reluce. The Walking Dead ha sido un completo éxito y un espaldarazo todavía más definitivo que el vivido con Breaking Bad pero ¿Se puede comparar The Walking Dead con Mad Men?

Desde luego que no, la primera es una serie mucho más comercial, mucho más dinámica y menos adulta, mientras que la segunda es pausada, reflexiva y densa.



Esto pone de manifiesto la dificultad a la que se enfrentan las cadenas de cable básico a la hora de innovar, más en estos momentos en los que no les duele el pulso a la hora de cancelar producciones que no les están saliendo rentables. SYFY tenía destellos de calidad, pero con la remodelación del modelo de emisión está apostando cada vez más por una programación mucho más ligera, sino mirad como ha sido la cancelación de Caprica y su retirada inmediata de la parrilla cual network.

¿Es el triunfo de The Walking Dead un síntoma de que ya no hay cabida para las grandes series de autor en el cable básico?, ¿Refrenda esta teoría las abruptas cancelaciones de Rubicon y Caprica? Lo que está claro es que de reconocimiento no solo se vive, y que las reglas básicas del cable están cambiando de una forma, cuanto menos, acelerada.

4 comentarios:

satrian dijo...

Espero que haya sitio para True Bloods o The Walking Deads que traen audiencias y publicidad, para que puedan existir series de autor que no tengan tanto seguimiento, porque es una pena que nos veamos privados de grandes series como Rubicon o Caprica.

Atticus dijo...

Pues es una pena que la audiencia sea tan baja incluso para el cable, dónde se hacen las series más arriesgadas. Yo aún así no soy tan pesimista.

Jaime Grau dijo...

A mí sí que me gusta la nueva SyFy, además también creo que en algún momento iba a pasar eso, ampliar su programación para abarcar más público, como bien dices las cadenas de cable básico lo tienen fácil.

OsKar108 dijo...

Ojalá tuviesen al menos un pelín más de audiencia para que no tuviesen que cancelarlas, o que si tienen un exitazo tipo The Walikng Dead no esperen lo mismo de todas, si no que eso les permita seguir apostando por otras más minoritarias, pero que son realmente buenas. Esta temporada las bajas de Rubicon y de Caprica me han parecido una verdadera lastima.

¡Saludos!