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No sé por qué las series sobre adolescentes tienen ese influjo en la blogosfera y en la sociedad, lo que si está claro es que son muy pocas las que consiguen romper barreras y pasar al imaginario colectivo de forma definitiva, Skins, pese a ser británica, supone un ejercicio de realismo en la percepción que la ficción hace en la actualidad de los adolescentes y de cómo estos amasan sus propios valores sin renunciar a las drogas, las gamberradas y el divertimento en general, todo eso sin clichés, que para algo son británicos y acogen a la perfección lo de “si es breve, dos veces bueno”.
Las series inglesas están viviendo un boom muy similar al que vivieron las americanas hace 6 temporadas, así que hay que aprovecharse y volver a saltar el charco sabiendo que aquí, en Europa se arriesgan más que nadie, y se equivocan poco. No sé vosotros, pero yo me siento más identificado con los protagonistas de Skins antes que con los de 90210, Gossip Girl, Dawson’s Creek u otros subproductos elaborados que generan las cinco grandes networks, y con esto no quiero decir que estas tres series sean ejemplos de mala calidad, sino que a comparación de las series americanas, las inglesas nos aportan una cercanía que ni en sueños podría verse en una americana, soy más vehemente con los “shit”, “fuck” o “faggot” ingleses que con los “hell”, “whore” o “screw” americanos.
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Pero centrándonos en la primera generación de Skins, cabe destacar la falta de complejos a la que se enfrentan los guionistas de la serie, la cotidianidad absoluta de sus tramas y la refrescante ausencia de drama pre-fabricado y existencial a la que el género parecía querer perpetuarse gracias a un grupo de adolescentes muy diferentes entre sí que se convierten en protagonistas principales de un episodio semanal para que, al final de la temporada, confluyan todas las tramas de forma natural.
Que se nos cuente también una historia cerrada en 19 episodios por mucho éxito que haya tenido la producción es otro punto a favor que solo los ingleses pueden permitirse, y todo contando historias simples, sin saltos en el tiempo, sin grandes alardes narrativos, sin un presupuesto multimillonario ni grandes super-estrellas. Skins cumple todas las reglas, aunque dejad que matice un sentimiento colectivo que no comparto alrededor de la serie, y es que todo el mundo me había hablado de la gran innovación que suponía el formato, y nada más lejos de la realidad, es cierto que se habla sin tabúes, de frente y sin cortapisas, pero no hay tramas que choquen, nada extraño, muerte, alcohol, drogas, homosexualidad, relaciones disfuncionales entre padres e hijos… nada que no hayamos visto ciento sesenta y cuatro veces, eso sí, contado con gracia.
Además entre una temporada y otra se nos muestra la profunda evolución psicológica que sufren los personajes en tan solo un año de su vida, un año crucial que los distancia finalmente de la adolescencia hasta la madurez, una madurez que duele en muchos casos, pero a la que se llega irremediablemente. ¿Quién no se ha sentido identificado con estos personajes alguna vez?
Yo si.
5 comentarios:
Van uno o dos pasos más allá con los temas de siempre, con una imagen más agresiva y destructiva, un lenguaje de calle y unos personajes descontrolados, saben muy bien como llamar la atención y mantenerte atento a la pantalla, gran serie Skins.
Vi la primera temporada hace poco y a pesar de que no me atraen para nada las series británicas me gustó muchísimo, pero por sus personajes tan bien definidos no por sus tramas. Cuando tenga tiempo me pondré con la segunda temporada que quiero hacer reposar la serie.
Una gran serie que, en mi opinión exagera buena parte de las cosas de su trama, porque no creo que sea "normal" esa cantidad de fiestacas y ese descontrol tan habitual, pero que en el dibujo de los personajes (y en sus interpretes) tiene su mejor baza.
Además, a mi me encantó la primera generación (me hice con las 2 primeras temporadas para ver a mi ritmo, bastante seguidas) y tenía cierto miedo al cambio casi total de los protagonistas, pero el estilo de la serie sigue igual, y me ha gustado mucho también esta 2ª generación (otra vez "almacenada" para poder ver con poco margen de tiempo entre temporadas).
¡Saludos!
A mí generalmente también me resultan mucho más "cercanos" los personajes de series inglesas de este estilo que los de series americanas. Y no es solo porque a mí tanto "Damn it!" y derivados me acaben resultando un poco ridículos, sino porque en muchas cosas la mentalidad y la forma de ver las cosas (prioridades y tal) de los norteamericanos es completamente distinta a la europea.
En cuanto a la serie en sí, a mí me gusta mucho. Me encantó la primera generación, me identifiqué con sus personajes y lo pasé bien y mal con ellos.
Y la cosa es que se las apañaron para que volviera a pasarme igual con la segunda.
Satrian: quizá es la clave... llama la atención de una forma tan sofisticada que te atrapa.
Manganext: Yo también sufría esa estúpida fobia al producto inglés pero una vez lo descubres te enamoras.
Oskar: Yo tengo pendiente aun la 2 generación, he querido descansar un poco entre una y otra.
Mina: Estamos completamente deacuerdo, es mucho más identificable Skins que Gossip Girl, pero veremos haber con la versión americana de Skins, haber que sucede.
Gracias por comentar.
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