30 de agosto de 2015

La cacería de Hannibal



La serie más arriesgada de las networks ha llegado a su final, solo tras tres temporadas y 39 episodios que nos han hecho disfrutar muchísimo con unos personajes bien definidos, nos ha hecho contrariarnos con historias perturbadoras e incluso nos ha aburrido con secuencias oníricas que se dilataban demasiado en tiempo.

Si algo me pasaba con Hannibal era que nunca sabía por dónde hincarle el diente, quizá porque no tenía definida una estructura clara, como suele pasar con las series de Bryan Fuller. He de decir que me costó muchísimo ver en su papel del caníbal a Mads Mikkelsen, no porque no lo valga, que realmente sí, sino porque me había maravillado tanto el trabajo de Anthony Hopkins que no quería ver a otro en ese rol. Por eso no pasé de un piloto que no llamó la atención hasta que decidí ya con dos temporadas emitidas ponerme al día. Ya no es que no me llamara la atención, es que me daba miedo seguir una producción de Bryan Fuller, más que nada porque no quiero empezar algo que me cancelen de forma abrupta al final de la primera temporada.


La irremediable noticia de esa cancelación llegó con en la primera mitad de esta tercera temporada. (A partir de este punto habrá spoilers) Y la verdad es que no me sorprendió ni me enfadó. Los episodios ambientados en Florencia son demasiado inaccesibles, no ya solo para el espectador medio, sino creo que para la inmensa mayoría. Centrados en demasía en una historia sin mucha chicha, con un ritmo lentísimo y no sabiendo donde llevar las tramas, incluso desaprovechando la dinámica de Lecter con su esposa, la maravillosa Bedelia du Maurier. Pensé que si la serie iba por esos derroteros no me  importaría que terminase.

Pero llegó la segunda parte de la temporada, radicalmente diferente, espectacular y recordándome a lo mejor de las primeras temporadas, con un Hannibal pre-The Silence of the Lambs, y un Will tremendamente atormentado que lucha contra sus demonios internos y que se siente atraído hacia el lado oscuro. Eso junto al carismático Great Red Dragon que se las hizo pasar canutas al doctor Chilton y al personaje de una Rutina Wesley muy diferente del de True Blood.

Quizá el final sea uno de los que más me han gustado de los últimos tiempos, esa lucha de Hannibal y Will contra Dolarhyde, como al final dos fuerzas del mal (o tres) luchan entre sí y son capaces de derrotar al asesino en serie, siendo Will el que irremediablemente abraza el mal, de forma real y figurada para luego empujarse por el acantilado, un final poético que lamentablemente jamás sabremos cómo se resuelve. Y un bonus para la última escena de Bedelia, en una mesa ornamentada con sí, su pierna, y todo preparado para tres comensales. Brutal.

Hannibal, te vamos a echar de menos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bedelia, no bella. Y la primera mitad de la tercera temporada me parecio genial.

seriéfilo dijo...

Corregido, gracias por el dato.

Evidentemente, te ha podido parecer genial pero no me negarás que fue muy poco accesible y que ahuyentó a muchos espectadores ¿no?

Unknown dijo...

Amigo, en gustos no hay nada escrito. La gente sigue en masa series como the walking dead, que tiene episodios soporíferos .... o dice que house of cards es un drama brillante y serio, siendo el mamarracho que es.

Si es inaccesible, puede ser, pero si ahuyento o no espectadores no se va ha saber, porque nunca fue una serie muy seguida por el conservador público yanqui, habria que ver cifras de los visionarios por el cable o amazon, nose.
Lo que le guste o no a la yankis me tiene sin cuidado.

seriéfilo dijo...

Leonardo: El problema está en que al final lo que les guste a los yankis nos repercute, porque si una serie no tiene los datos de espectadores suficientes allá, poco podemos hacer aquí para que siga produciendo nuevos episodios.

María Florencia dijo...

¿Cómo no comenté en su momento?
Hannibal ha sido y es mi serie favorita de los últimos años, defectos incluidos. Tengo muchas ganas de escribir sobre ella. El final me pareció poético... y me he convertido en una Mads fan ;)

seriéfilo dijo...

Florencia:Yo también soy un mads fan absoluto... y mira que tuve reticencias que tenía a Anthony Hopkins muy arraigado como Lecter. Y sí, a pesar de que el inicio de la tercera temporada no fue lo más, el final es muuuy satisfactorio.

Saludos.