25 de agosto de 2014

Sangre caducada. True Blood Series Finale.



La última vez que hablé de la serie fue en 2010, básicamente cuando dejó de funcionar como divertimento trash y empezó a caer en una rutina donde más era más y lo único que importaba era seguir adelante.

Pero, sin embargo la serie ha sido, pese a sus terribles últimas temporadas, un fenómeno que no deberíamos olvidar. Llegó a una HBO en horas muy bajas y consiguió un éxito de crítica y audiencia que no esperaban ni en sus mejores sueños, revolucionó una vez más un género, el de los vampiros, que nunca había dejado de pertenecer a los adolescentes y lo elevó a una dramedia kitsh que tuvo su gracia durante un par de temporadas, como mucho.


Venía de la mano de Alan Ball tras finalizar Six Feet Under y aunque las expectativas estaban muy altas consiguió sorprender, algo muy difícil en la televisión ahora y hace 7 temporadas. ¿Entonces qué sucedió con lo que se suponía iba a ser el nuevo éxito HBO?

Probablemente nada, puesto que a pesar de las locuras de los guionistas la serie se ha mantenido prácticamente en los mismos estándares, y ese inmovilismo ha sido quizá, lo que le ha hecho encajarse en una parrilla donde estaba cómoda, donde marcaba grandes datos de audiencia hiciese lo que hiciese en un bucle que parecía no tener fin. Y cuando ese bucle no tiene fin normalmente se agota el contrato de los actores, cosa que ha sucedido.

Spoilers sobre la última temporada.

Poco hay que añadir a esta anodina tanda, ni la muerte de Tara, ni de Alcide ni tan siquiera de Bill en el final hacen que el espectador sufra ni lo pase mal, ni tampoco ha servido como resorte dramático para absolutamente nada. Y es que las críticas hacia el final no están siendo nada, pero que nada benevolentes. Desde luego a mí me ha sorprendido, puesto que esperaba una hecatombe llena de sangre digna de serie B y me he encontrado con una típica escena sureña con todos los personajes alrededor de la mesa, con sus hijos, sus parejas y luces iluminando una noche que parecía enclavada en el paraíso.

Con dos cojones True Blood se va haciendo lo que le da la gana, y contra todo pronóstico sorprende, aunque eso no significa que su audiencia quede satisfecha, aunque supongo que estos no la seguían por fervor a la trama sino para divertirse con sus locuras, ver si se le escapaba una teta saltarina a la Paquin o el pajarito a Skarsgard.

Y por eso merece un tributo, o al menos un post, True Blood nos ha dado muchos momentazos y mucho despotrique, y oye, quizá es muy aventurado por mi parte pero ¿Podría existir un Strain sin True Blood antes? ¿O un Penny Dreadful?


2 comentarios:

Series Anatomy dijo...

Muy, muy decepcionante... :( La serie ya hacía algún tiempo que se estaba hundiendo, pero en esta última temporada ya ha sido descarado. Os dejo el post que le dediqué ayer en mi blog, donde me dedico principalmente a cantar los buenos momentos que nos hizo pasar en sus anteriores temporadas, por si tenéis curiosidad y/o nostalgia ;)

http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/09/true-happy-ending.html

Saludos!

María Florencia dijo...

Me gustó la última temporada y el último episodio me pareció una basura, pero bueno... un día de estos escribiré algo, a pesar de la pereza. :)