Alias. Clásico por descubrir

Muchos Spoilers.

Parece que, o por lo menos para mi, las series de la cosecha inferior a 2004 son patitos feos y es que ese año fue el detonante con el que explotaron las grandes historias con una calidad portentosa. Siempre se han hecho ripios pero también cabe destacar que antes de ese año muchas series daban destellos de despunte con historias muy interesantes.

Alias fue una de ellas y aunque aún no la he podido terminar, ya que estoy empezando la cuarta temporada, hay que decir sobresale en muchos sentidos. Jennifer Garner nunca me ha gustado y no me convenció nada en Elektra y cuando empecé con ella la actriz me cargaba mucho, por que no lo dudéis ni un segundo, Alias está concebida para Jennifer y un episodio sin ella no sería posible.

Pues bien la historia empezó un poco lenta aunque al piloto no hay nada que objetarle por que es frenético, pero tras eso parece que no se sabe muy bien que es lo que los guionistas nos quieren contar, si, una serie de espías pero ¿Qué más? Ahí es cuando aparece la gran Lena Olin con una interpretación soberbia de Irina Derevko y cuando las redes de mentiras, los cliffhangers, las perdidas de memorias, matrimonios de conveniencia y traiciones varias se suceden de forma vertiginosa una y otra vez.

Parece que, en la cuarta temporada, y según dicen la serie empieza a decaer y sus sinsentidos, que los tiene, se agudizan, pero si te gustan las series de espionaje, los rescates imposibles y las vueltas de turco todo ello sazonado con un poco de culebrón amoroso y una pizca de sci fi (que me decís de los dobles) Alias te va a hacer pasar un buen rato y oye, conoces a Marshall Flinkman que es uno de los personajes más singulares y divertidos que uno pueda echarse a la cara.