31 de diciembre de 2010

Una gran Apotheosis.


Cuando Caprica fue cancelada mis sentimientos fueron encontrados, por una parte deseaba que la precuela de la mejor producción de la década encontrara su camino, pero por la otra y tras ver episodio tras episodio sentía que su rumbo se iba haciendo cada vez más incierto y lúgubre y su trama religiosa demasiado omnipresente, y es que los primeros episodios de la segunda mitad de la temporada adolecen del mal que sufrió la primera parte, pero los tres últimos capítulos de la serie me han hecho recordar la grandeza del universo BSG.

Pienso, y estoy totalmente convencido que Caprica ha sufrido los avatares de una emisora en periodo de redefinición, nunca antes la ciencia ficción había sido tan sólida, ni si quiera con su serie madre, que adoleció de los males que todos reconocemos aún siendo un producto formidable, Caprica era la evolución del camino que marcó Galactica, y dejad que me apesadumbre, porque si SYFY ha dejado correr una producción de este calibre tras haber visionado toda la temporada, es que algo debe estar fallando.


Lo primero que tengo que decir es que animo fervientemente a todo fan de la saga el visionado de la serie, los 18 episodios que conforman Caprica presentan un desarrollo y nudo coherentes, y el epilogo final nos muestra un enlace satisfactorio hacia lo que debería haber derivado la serie si se hubiera continuado emitiendo, cuatro minutos que sientan las bases de muchos de los conceptos que se daban por sentado en la serie madre y que muestran lo que pudo ser y no fue, muestran, junto a los últimos tres episodios de la serie, que Caprica se redimió, que Caprica finalmente era lo que estábamos buscando y que había llegado al sitio donde se encontraba cómoda y podía desarrollar una historia convincente, mágica y capaz de sobrevolar los clichés del género.

Y es que desde el minuto cero, este drama se ha mostrado alejado de los recurrentes tópicos a los que siempre recurre la ciencia ficción, y a los que recurrió también en parte BSG, utilizando recursos tecnológicos, por supuesto, pero primando el drama puro y duro, las interrelaciones entre los personajes, y lo que es más importante, afrontando el tema de la religión desde un ángulo completamente revolucionario, y muy actual.


Creo que el choque entre las dos formas existentes de experimentar la religión ha sido su motor fundamental, y ese, no es igual de trepidante que una escapada desesperada hacia lo desconocido, pero demuestra lo adulta que se convirtió Caprica, y ese fue quizás su talón de Aquiles. Y no, no estoy insinuando que la audiencia no haya sido capaz de comprender o valorar una producción que me ha hecho disfrutar como hacía tiempo no lo conseguía una serie, eso sería de necios, pero quizá el desarrollo de nociones tan peliagudas en una serie que aún no ha desarrollado su mitología es demasiado como para fidelizar al espectador, aunque eso sea materia de otro debate.

La saga continúa, las esperanzas están puestas ahora en Galactica: Blood & Chrome.

27 de diciembre de 2010

NCIS: El secreto de un éxito inesperado.



NCIS se proclamó durante la anterior temporada seriéfila como la ficción más vista de la televisión americana con una media de 19,4 millones de seguidores, una cifra astronómica para la fraccionada industria americana, sobrepasando en términos cuantitativos a ficciones tan populares y conocidas como The Mentalist o C.S.I que ocuparon el tercer y el cuarto lugar en un ranking que venía coronando esta última durante casi una década.

NCIS es el claro paradigma del éxito sin precedentes que puede tener una ficción creada para rellenar un hueco específico en la programación que va creciendo de forma exponencial hasta convertirse en un autentico fenómeno de masas, y aunque su gestación no fue casual, su historia y su progresión son dignas de tener en cuenta. 



Cuando se habla de NCIS pocas veces suele referirse a ella como un spin-off, pero así es, aunque su serie madre lleve fuera del aire desde hace un lustro. Su predecesora, JAG, fue un estreno de la NBC que no consiguió el favor del público durante su primera temporada y fue abruptamente cancelada tras haber emitido tan solo 21 episodios (dejando en el aire el 22) y quedando en una dudosa posición 79 en la tabla de audiencias americanas.  Todo parecía perdido pero el principal competidor de NBC en aquella época, CBS, resucitó la serie como un relleno para la mid-season, un relleno que resultó ser mucho más que eso, ya que consiguió emitir nueve temporadas más en la cadena del ojo, eso si, siempre con un éxito más bien moderado, aunque no por ello menos sólido.

Tras ocho temporadas, los responsables de la emisora decidieron dar la oportunidad a la serie de expandir su marca con el nacimiento de un spin-off que testarían en la misma serie madre. NCIS supo contentar a los productores de la CBS y consiguió el visto bueno para convertirse en serie regular.


Ya desde su primera temporada comenzó a marcar guarismos similares a los de JAG, pero la curva ascendente en cuanto a datos comenzó a mostrarse de forma temprana, siendo uno de los pocos ejemplos en los que una ficción ha ido aumentando sus datos según aumentaba el número de episodios emitidos en la TV en abierto, pasando de los 11, 84 millones en su primera temporada a 15,30 en la tercera, 17,89 en la sexta, o la inalcanzable media de 19,33 millones en la séptima temporada.

JAG finalizó su recorrido dos años después del estreno de NCIS, con una gran erosión de audiencia y tras diez temporadas, pero tras ver los buenos resultados del spin-off, los mandamases de la CBS decidieron seguir explotando el universo dramático de la saga con la creación de NCIS: Los Angeles, otro espectacular éxito que lleva “beneficiándose” del lead-in de su serie hermana durante casi dos temporadas y que se convirtió el año pasado en el mejor estreno de 2009, siendo además la segunda ficción más vista de la televisión, cerca, esta vez si, de The Mentalist y C.S.I.


Volviendo a hablar de NCIS cabe destacar que, en la actualidad, promedia su octava temporada con unos niveles de audiencia impropios de un drama, por muy procedimental que sea, al que no le afecta ni la fragmentación, ni el cansancio de los espectadores ni el abandono de sus estrellas más emblemáticas.

Lo más curioso, quizá, es que nos encontramos ante un producto que no cuenta con grandes estrellas, que no hace ruido mediático, que es difícilmente exportable por su temática y que consigue vertebrar la nueva noche fuerte de la televisión americana con una fuerza digna de estudio.

19 de diciembre de 2010

Un giro sobrenatural: de Sci-Fi a Syfy.



La emisora norteamericana dedicada a la ciencia ficción viró su estrategia de programación hace tan solo 1 año medio, en julio de 2009, con un cambio de nombre y la promesa de convertirse de forma gradual en un canal no solo especializado en el género de la ciencia ficción sino en un espacio mucho más generalista que tuviese capacidad de llegar a un mayor número de espectadores no familiarizados con un género un tanto particular.

Atrás quedaron grandes producciones como Stargate o su spin-off Stargate: Atlantis, FarScape o la joya de su corona Battlestar Galactica, con cuyo final se marcó un antes y un después, aunque bien es cierto que la renombrada Sci-Fi venía abriendo un camino innovador tiempo atrás con el desarrollo de reality-shows paranormales y dramas alejados de los clichés del género, las naves espaciales y los extraterrestres.  Hace ya casi dos años, hablaba de la cadena como el hogar de las series de culto y pormenorizaba su oferta desde su nacimiento hasta esa fecha, las perspectivas eran buenas, y es que Sci-Fi desde el principio de sus emisiones se había caracterizado por emitir producciones de alto nivel, como las que he citado anteriormente, con otras de bajo presupuesto y críticas corrosivas, como Painkiler Jane o Flash Gordon.



El cambio a Syfy no gustó a la mayoría de los fans pero la buena fe de los directivos y el anuncio de la emisión de dos nuevas producciones de la talla de Caprica y Stargate: Universe para su lanzamiento hizo pensar que la línea de continuidad trazada sería la confirmación de su apuesta por las series de alto perfil, pero nada más lejos de la realidad a largo plazo.

Tras la primera parte de su primera temporada Caprica se mostró como un drama sólido, diferente, pausado pero con las aptitudes de continuar con éxito una saga que había enamorado a los seguidores, los ratings fueron bastante irregulares, y para la vuelta a la emisión de la segunda parte de la temporada se introdujeron cambios en el guión, haciendo su estructura menos densa, pero tratando temas como la filosofía, la política y la religión como ninguna otra serie antes había conseguido. Los ratings comenzaron a ser insostenibles y Syfy la canceló de manera inmediata y la retiró de su parrilla de forma fulminante en un moviendo insólito en el cable.



Stargate Universe se confirmó desde el primer momento como un producto mucho más adulto que sus predecesoras, y con su esquema mucho más elaborado consiguió nutrirse de un grupo de fans bastante notable, lo que le permitió renovar por una segunda temporada que será la última según acaba de anunciar la cadena, sus datos han caído de forma sostenida pero el medio millón de seguidores que le separa de Eureka o Warehouse 13 parece ser insalvable.

¿Y qué ocurre cuando dos producciones aclamadas por crítica y fans y que continuaban con la senda marcada por la anterior etapa del canal desaparecen? Primero y sobre todo la decepción de los fans y la mala imagen como cadena que está creando Syfy, por norma general los seguidores de ciencia ficción son fervientes en el seguimiento de los productos que les interesan y su target es el idóneo para los anunciantes y la salida masiva de merchandising derivado, y segundo, la percepción de que ahora sí es cuando la antigua Sci-Fi vira sus contenidos hacia una audiencia más amplia con la continuación de series mucho menos arriesgadas como Warehouse 13 o Haven, así como los nuevos productos que están desarrollando para el próximo año, con nombres como Kevin Sorbo o Jenji Kohan en una apuesta por las sitcom sobrenaturales que hacía años que no veíamos.



¿Qué os parece a vosotros este giro sobrenatural como fans de ciencia ficción?, ¿Queda lugar para la esperanza, al menos, con Galactica: Blood & Chrome?

14 de diciembre de 2010

Musica pop, metatelevisión y años 20.


Vuelven los Golden Globes y a grandes rasgos lo que nos podemos encontrar ante las anunciadas nominaciones es que la suerte del principiante es inquebrantable y que hay algunas elecciones cuanto menos, impactantes.

Mejor Drama:


Broadwalk Empire
Dexter
The Good Wife
Mad Men
The Walking Dead

Decir que me sorprende la entrada en la lista de The Walking Dead sería de necios, pero es que su presencia es totalmente innecesaria, se trata de un muy buen producto, bien cuidado y sorprendente, pero no para competir en la categoría al mejor drama, y es que su estética está muy alejada de lo que podemos encontrarnos en las demás series. ¿Quién habría dicho que una serie de zombies podría ganar un Golden Globe hace 2 temporadas?

Broadwalk Empire tenía todas las papeletas para entrar en competición pero Breaking Bad y, por ejemplo, Treme no deberían haberse quedado fuera.

Mejor Sitcom o Musical:


30 Rock
The Big Bang Theory
The Big C
Glee
Modern Family
Nurse Jackie

Aquí  Showtime se lleva la palma con dos nominaciones, The Big C ha pegado fuerte y es el acierto de  la temporada y Nurse Jackie evidencia que los últimos estrenos de la cadena de cable son éxitos clamorosos, por lo demás una nominación para NCB, CBS, ABC y FOX, las cuatro grandes con productos más que asentados y de calidad indiscutible, eso si, no entiendo lo de Glee en absoluto, es un producto de consumo rápido bien construido, pero nada más.

Mejor actor de Drama:


 Steve Buscemi
Bryan Cranston
Michael C. Hall
Jon Hamm
Hugh Laurie

Nada nuevo bajo el sol, Steve Buscemi puede dar la sorpresa, pero el que más papeletas tiene de repetir premio es Cranston, aunque alguno de los 3 eternos nominados pueden resarcirse este año, quién sabe.

Mejor actriz de Drama:


 Julianna Margulies
Elisabeth Moss
Piper Perabo
Katey Sagal
Kyra Sedgwick

¿Piper Perabo?, ¿Piper Perabo?, ¿Piper Perabo? He perdido la fe.

Mejor actor de Sitcom o Musical:


Alex Baldwin
Steve Carell
Thomas Jane
Matthew Morrison
Jim Parsons

Me sorprende la nominación para Thomas Jane sobremanera, ya que creo está bastante lejos de ser un actor brillante, no así los protagonistas de 30 Rock, The Office o The Big Bang Theory. Seguro que se lleva el gato al agua este último.

Mejor actriz de Sitcom o Musical:


 Toni Collette
Edie Falco
Tina Fey
Laura Linney
Lea Michelle

Laura Linney es candidata por meritos propios este año, con tres chicas Showtime es dificil que se le escape a la cadena un premio que parece reñido, Tina Fey está ya muy quemada en el circuito y no creo que Lea Michelle tenga posibilidades este año, ni mucho menos.

¿Donde están Glenn Close o Sally Field?, ¿y Marie-Louise Parker? Sin duda hay algo que no encaja, que lo de tetas saltarinas Paquin tuvo su gracia, pero esto ya es pasarse.