30 de junio de 2010

Las cuatro grandes “The”.

En televisión, la santísima trinidad es cosa de cuatro, más bien lo era. The West Wing, The Sopranos, The Shield y The Wire han dominado durante más de un lustro la mejor televisión, tramas de calidad e interesantes, personajes ricos en matices y alguna de las mejores historias que se han contado en la pantalla pequeña.


Dejando de lado que la desaparición de estos cuatro grandes pilares ha hecho que la nueva formula de televisión palidezca, los logros conseguidos por estos arriesgados formatos han abierto la senda para que nuevos dramas irrumpan con fuerza en la parrilla americana, han sido los precursores de muchas otras ficciones que derrochan calidad y que no habrían podido haber existido sin este selecto grupo.


The West Wing ha sido quizá el ultimo reducto de su género que ha triunfado en la televisión en abierto, en las cuatro grandes networks, convirtiéndose en todo un éxito de espectadores y de crítica unánime, The Sopranos resucitó el mundo televisivo con su arriesgada apuesta por el tratamiento de temas hasta el momento inconcebibles en TV, sin ella los éxitos de Six Feet Under o de The Wire no hubieran sido posibles, siendo esta segunda un verdadero soplo de aire fresco y una brutal y cruda representación de las calles de Baltimore. Otro retrato de la vida callejera fuera de la dulcificada imagen que se nos suelen vender en EEUU es The Shield, que allanó el camino a FX con su éxito comenzando a apostar por dramas innovadores como Damages o Rescue Me.


Estas cuatro series han sido, definitivamente, las cuatro atravesadas espinas que un seriéfilo como yo ha llevado a cuestas en su visionado. Por una u otra razón no había tenido tiempo de adentrarme en su mundo y sus historias por muchas recomendaciones que me hubieran hecho, pero hace más de un año, Nahum, en su estupendo blog puso la primera semilla en la que se ha convertido mi personal “Proyecto de las cuatro grandes”, y es que tras su recomendación del piloto de The shield tuve que rendirme a la evidencia, comentando los cuatro grandes agujeros en mi currículum seriéfilo, y Antonio de Ateosdeconcepción hizo un comentario que desencadenó todo:


Con toda la razón del mundo Antonio me dijo que me pusiese al día, y el proyecto de las cuatro grandes se puso en marcha. Me he acercado a las cuatro de forma sigilosa, pero The Shield es la que he seguido con mayor vehemencia y la que a falta de siete capítulos por finalizar me ha atrapado en un visionado maduro, de más de 14 meses, viéndola a un ritmo adecuado y sin sobresaltos, disfrutándola paso a paso. Pero eso llegará en un post dedicado íntegramente a ella cuando la haya terminado, así como los otros tres post que cerrarán el proyecto una vez que haya terminado con los cuatro grandes exponentes de la televisión moderna. ¡Qué gozada!


¿Y tu?, ¿Cuál de las cuatro tienes pendientes todavía?

22 de junio de 2010

Luther, la complejidad de los sentimientos.


Luther está de moda, y no es para menos. Cuando hablamos de producciones inglesas nos solemos encontrar con productos bastante más arriesgados que los yankis y con el beneficio de una duración menor, casi perfecta, aunque con el handicap del limitado presupuesto con el que se cuenta en la televisión inglesa, como en la española, pero las 6 horas de metraje de Luther son un claro ejemplo de cómo un thriller puede contarse de una forma interesante, sin artificios, sin que la trama decaiga e incluyendo todos los factores clásicos del género.

Podríamos considerar esta producción como un hibrido entre procedimental y thriller continuado al uso, primeramente porque en cada uno de los seis capítulos se nos presenta un caso diferente asociado a diferentes patologías en humanos con conductas asesinas, pero a la vez podemos disfrutar de una historia en el trasfondo que abarca todo el recorrido de la serie, lo realmente novedoso es que tanto el elemento seriado como el procedimental adquieren el mismo nivel de interés por parte del espectador, algo insólito, pero que irremediablemente hace que Luther esté por encima de la media.


Idris Elba se convierte en el protagonista absoluto de esta ficción con un personaje atormentado por su pasado amoroso y profesional, pero con una mente preclara que consigue convertirlo en el mejor en su oficio, que como en cualquier buen thriller siempre está pendiente de un hilo, con la típica jefa implacable y los co-workers fieles de turno, todo eso aderezado con un triangulo amoroso ahora-si-ahora-no que se convierte en un punto a favor, ya que no se cae en el pastelismo excesivo al que se nos tienen acostumbrados en otras producciones.

Las interpretaciones tampoco son de nota, hay muchos destellos de calidad y matices a favor, pero no hay cohesión en el casting, personalmente Idris Elba hace un buen papel pero no llega a atrapar, a tener el carisma que un personaje de estas características demanda y eso es una continua losa que pesa en su visionado.


Pero en su conjunto, Luther es una de las series más sólidas de la temporada (si Satrian la recomienda es que tiene que ser buena a la fuerza) con una historia in crescendo que te atrapará en la segunda mitad de la temporada, con unos personajes de marcada personalidad y un análisis en el trasfondo de la complejidad de los sentimientos humanos.

En estos casos lo mejor es descargar y ver.

17 de junio de 2010

Más que sangre horchata.


Demencial. True Blood vuelve con su tercera temporada y nos da más de lo mismo, pero peor, porque parece que estemos viendo una reposición, algo que nos suena y que es totalmente gratuito. Porque alejados ya de la mordaz crítica del mundo vampírico y la sátira de todos sus tópicos, True Blood debería ofrecernos algo más, y tras una primera temporada sorprendente su trama ha comenzado a ir a la deriva en un sin sentido que roza lo sonrojante, y lo traspasa.
True Blood ha perdido sus virtudes, y no creo que ha estas alturas podamos darle el dudoso honor de ser la mejor serie de la liga de las peores, porque ni siquiera eso sería justo del todo, este "drama" hace del morbo y la carne su mayor virtud, y no del gore, como muchos se atreven a pronunciar y ni tan solo saben que significa ese término.
La acción transcurre justo donde se quedó en la anterior temporada con ese anti-climático cliffhanger que no ha llevado a ningún lugar, y es que si tuviese que hacer un resumen de lo que ha ocurrido en el episodio tendría serias dificultades, ya que los personajes se han quedado tan estereotipados que hasta incluso parece una serie de dibujos animados. Sookie es la fiel y amante novia que siempre pierde a su amado y se pasa toda la temporada buscándolo, Bill es el vampiro con alma que quiere redimirse, mientras que Eric disfruta con lo que es pero quiere algo que no puede tener, Jason es un niño malcriado con buen cuerpo que va a la deriva, así como Tara que se encuentra cómoda viviendo en su propia burbuja de autodestrucción y Sam, el eterno secundario que pone un poco de cordura al conjunto por el bien de todos. ¿Verdad que os suena?

Aparte de su trama repetitiva tenemos como mayor reclamo los desnudos de los protagonistas masculinos, con la muestra de traseros pertinente, y muchas tetas saltarinas que irrumpen en pantalla cada 10 minutos más o menos, en este episodio las tetas eran anónimas, Anna Paquin nos ha hecho un feo, pero todavía quedan 12 episodios, quién sabe.

No es descabellado pensar entonces en la comparación entre Spartacus, que basa su premisa en sangre, sexo y arena y la de True Blood que basa la suya en sangre, sexo y colmillos. Menos es más.

Así que no me vendan todas las paparruchadas de que esta producción es un riesgo que ha tomado la HBO y lo sesuda que es en su trasfondo, porque no lo compro. Divertida si, sexual también, un poco vergonzante y recargada seguro, repetitiva lo acabamos de comprobar, pero no está a la altura de un canal de este prestigio, aunque a ellos les venga de perlas, porque no nos olvidemos que su éxito es absoluto, eso sí, un éxito vacío, será porque aquí en Europa dos culos y tres pares de tetas no nos escandalizan…

11 de junio de 2010

Secretos de niñas pijas.

Si, confirmado, ABCFamily ha culminado su proceso de CW-conversión y acaba de estrenar su nueva ficción para el verano basada en una famosa serie de libros para adolescentes, que como no, ha sido un éxito de ventas tan grande que su adaptación a la pequeña pantalla no podía hacerse de rogar.


La premisa es una concatenación de clichés que el género lleva explotando durante más de dos décadas, pero funciona, como casi siempre lo ha hecho. Un misterio que se plantea en los primeros minutos de metraje, la desaparición de una adolescente y el consiguiente trauma que sus mejores amigas sufren a continuación y que nos ahorran parcialmente al saltarse un año de tacada y presentarnos a los personajes, en una encrucijada que las llevará de vuelta a sus raíces.



Niñas muy monas, caminando por los suburbios como las Desperate Housewives pero con 40 años menos, un misterioso anónimo que dice saber todo lo que pasa alrededor de sus vidas, coqueteos con las drogas, con la sexualidad entre féminas, traición fraterna inminente, líos entre profesor y alumna y la comparsa existencial de unos padres en un argumento que de momento, poco tiene donde rascar.


La química entre los personajes está bien conseguida, la iluminación y atmósfera de la serie es un acierto con reservas, y las actuaciones no apestan como norma general, y aunque alguna de las adolescentes es bastante floja el mayor reclamo para los espectadores que no hemos seguido la serie de novelas es la aparición de Laura Leighton, que está encadenando un trabajo tras otro aunque aquí de primeras se la ve un poco pasada de rosca y Holly Marie Combs, que vuelve a la interpretación tras el final de Charmed siendo una de las actrices de televisión más infravaloradas.


El conjunto es deficiente, al menos como punto de arranque. Claro está, los fans de Gossip Girl o Vampire Diaries se sentirán como en casa, viendo como se putea durante diez cortos episodios a unas niñatas bien de los suburbios atormentadas por “un gran secreto” que juraron no decir a nadie pero que quedará en evidencia al final del capítulo número nueve. Su estreno ya ha sido un éxito con dos millones y medio de espectadores siendo el mejor de la historia de la cadena solo por detrás de The Secret Life of the American Teenager, que es la continuación natural de 7Th Heaven y la buena estrella de Brenda Hampton, que cosa que toca, cosa que convierte en éxito absoluto, rancio, pero absoluto.


A estas alturas del post, los seguidores más avezados se habrán dado cuenta que no deben perder los 43 preciosos minutos de su vida en subproductos de este tipo a los que ABCFamily se está dedicando a dar luz.


Pero claro la noticia de que en Agosto estrenan una serie llamada Melissa & Joey, con dos estrellas de la comedia de los noventa caídas en la desgracia televisiva que son ni más ni menos que Sabrina y el hermano guapo de Blossom con un vehículo para su propio lucimiento que apesta desde Cincinnati, me hace pensar que, sobre el 19 o 20 de Agosto todos ustedes quedan invitados a leer, unas pequeñas impresiones sobre unos 20 minutos de metraje que pueden hacer historia, porque espero que Melissa ponga a otro gato parlanchín en su nueva serie, y es que toda buena sitcom debe tener un buen animal que hable, sino que se lo pregunten a Family Guy o American Dad o que vayan a darle cuentas al señor que se pasó 102 episodios disfrazado como un extraterrestre con nariz de cruasán en ALF.


Pues sí, más vale callar.

4 de junio de 2010

Aumento atómico, lista impresentable y argucia en los Emmy.

No es de extrañar que los protagonistas de The Big Bang Theory estén renegociando sus salarios durante estos días, más cuando nos acabamos de enterar que su sueldo por episodio tan solo asciende a los 65.000 $, que es una pasta, pero comparado al más de millón y medio que dicen va a cobrar Martin Sheen a partir de septiembre por veinte minutos de metraje a la semana, la cosa se queda corta.


Parece ser que, 250.000$ será ahora la paga que recibirán los 3 protagonistas de la sitcom más valiosa de la TV americana, poniendo así sus salarios a la altura de nombres como Matthex Fox o Kyra Sedwick, y teniendo en cuenta que los actores de How I Meet Your Mother perciben entre 100.000 y 120.000 $ por episodio, da mucho que entender.


Las razones para el aumento son sólidas, la audiencia no hace más que crecer, algo impensable en estos días para cualquier serie en su tercer año, pero que era muy común en las grandes sitcoms de los 90’s. El nuevo time-slot es una verdadera prueba de fuego a partir de Septiembre, aunque la comedia no sufrirá en este nuevo horario, su audiencia se verá un poco resentida, pero la CBS lleva varias temporadas intentando abrir otra noche de comedia y esta es la mejor oportunidad para triunfar de una vez por todas. Además los actores están ligados a la producción hasta una hipotética sexta temporada y al finalizar esta cuarta tanda de episodios se abren las puertas de la sindicación y se estima que la cadena de cable que se lleve el gato al agua pagará hasta 2 millones de dólares por los derechos de emisión de cada capítulo. Muy rentable.


Lista impresentable porque no hay por donde cogerla, y es la de los 20 años de E! Online en 20 series, las mejores de las últimas dos décadas, pero claro, lo bueno es que ni son las mejores, ni tan siquiera las más representativas y, las posiciones son muy crueles. El número uno es de Lost, que como fenómeno mediático si, pero como trama es inaceptable. Los siguientes puestos con Friends y Buffy son más que aceptables, incluso Alias en cuarto puesto. Lo de Felicity en quinto puesto, Verónica Mars en el octavo, Modern Family en el número once y Trae Blood en el dieciséis es de juzgado de guardia, y no digo que esas series no tengan sus muchas virtudes, pero lo de estar en un top con las mejores series de las dos ultimas décadas es incluso hasta ofensivo, y ya no hablo del puesto número trece, que tiene guasa.


Los Emmy’s son cuestionables por naturaleza, y el año pasado ya hablamos de las diferentes argucias de las que se hacen valer los actores para presentarse a la categoría que mejor les conviene y asi tener más posibilidades por optar a la estatuilla. Este año el primero en hacer la “trampa” ha sido John Lithgow extraterrestre alocado reconvertido en asesino 3x1, y es que optará al Emmy en la categoría de Guest Star y no en la de Suporting Actor, que es en la que debería estar al haber sido personaje recurrente durante toda la última temporada de Dexter, ya que ha aparecido en la gran mayoría de sus episodios. La excusa que ha puesto el actor es que no quiere minar las oportunidades de sus compañeros de casting que han sido regulares desde el principio de la serie.


Pero no es el único que va a servirse de este truco para intentar llevarse el premio, Lily Tomlin o Kathleen Turner que han hecho dos excelentes trabajos en Damages y Californication también lo harán aunque hayan aparecido en casi todos los episodios, más comprensible es la acción de Sharon Stone a la que se ha visto en cuatro episodios de SVU. Y es que este año los grandes nombres y los nuevos e interesantes proyectos que están surgiendo en los últimos meses van a hacer más interesantes estos premios que pecan, en exceso, de previsibles.


Pd: Mi más sincero agradecimiento al maravilloso premio que me otorgó MFal en su Any Other World, Blopez murió pero ella ha vuelto con fuerza y con un blog que no hay que perderse, y que te premien bloggers de esa calidad es un doble premio.